Sunday, December 16, 2012


           LA    LUZ    DEL   MUNDO

 TALMIDA   pulpito   Virtual                                                           
24 de Diciembre. Es invierno en Belén. Cae copiosa la nieve blanqueando el paisaje. La tradición celebra en esta época la Natividad de Jesús. Las casas son adornadas con árboles o ramas con nieve y luces. Artísticas escenas “del nacimiento” (Belenes, pesebres o posadas).  Un muñequito casi sin ropa, rodeado de ovejas, cabras, camellos, monos, gallinas, cebras y leones, en una graciosa mezcla todo tipo de animales, comparten alegres en medio de la nieve. Un viejo ridículo, gordo y barbón, con vestido rojo suplantará esta noche al Dios niño repartiendo juguetes, y dejando sin trabajo a los Magos que vienen de Oriente.

Un coro infantil se escucha por la ventana. La pólvora se quema en las calles…se oyen sonoras explosiones.  No falta un borracho que grite: ¡ Feliz Navidad ¡. Es la Noche de paz en que “casi” todo duerme.  

Los niños cantan:

-Noche de paz, noche de amor,-Todo duerme en derredor -Entre los astros que esparcen su luz- Bella anunciando al niñito Jesús- Brilla la estrella * de paz -Brilla la estrella * de paz. - Noche de paz, noche de amor, -Todo duerme en derredor -Sólo velan en la oscuridad- Los pastores que en el campo están; - Y la estrella* de Belén -Y la estrella * de Belén.  -Noche de paz, noche de amor,- Todo duerme en derredor;   -sobre el santo niño Jesús -Una estrella * esparce su luz, -Brilla sobre el Rey.  -Brilla sobre el Rey. - Noche de paz, noche de amor, - Todo duerme en derredor  - Fieles velando allí en Belén- Los pastores, la madre también.- Y la estrella de paz  *  Y la estrella de paz…          

En esta época  del año, se escucha con frecuencia este cántico  que anuncia el nacimiento  de Jesús y haciendo referencia  a que era una oscura noche hasta que apareció la estrella de paz guiando a los magos y se detuvo en Belén. Mateo 2:2,9,10- Mientras todo dormía en derredor, solo los pastores velaban sobre sus rebaños en la oscuridad. Lucas 2. 8 porque no era tiempo de nieve.  Sino ¿Qué pasto hallaría en la nieve el rebaño? ¿Qué velaban en la oscuridad si nevaba? Ese rebaño  debería  estar en su redil desde el otoño  cuando todavía hay pastos en Belén, no nieve.  Perece errada la fecha ¿No? Pero lo real es que JESUS NACIÓ.  Al leer cuidadosamente nos damos cuenta que la canción está hablando de la luz y de amor.

Veamos entonces que es la luz según la ciencia: La luz (del latín lux, lucis) es la clase de energía electromagnética radiante que puede ser percibida por el ojo humano. En el presente, numerosos experimentos han mejorado la precisión con la que se conoce el dato y hoy el valor exacto aceptado para la velocidad de la luz en el vacío es: 299.792.458 m/s. Lo que representa que un rayo de luz demore 1.29 segundos en recorrer la distancia de la tierra a la luna. En un sentido más amplio, el término luz incluye el rango entero de radiación conocido como el espectro electromagnético. Y la ciencia que estudia las principales formas de producir luz, así como su control y aplicaciones, se denomina óptica.

 Pero el momento narrado por la letra de la canción se refiere a cuando la Luz y el Amor vinieron al mundo, no a la luz como fenómeno físico, ya que la luz física, como tal se formó según leemos en Génesis 1.14; que Dios dijo: “Haya las lumbreras en la bóveda del cielo para distinguir el día de la noche”.

Note que cuando Dios hizo las lumbreras sólo creaba las fuentes de donde vendría a nosotros la luz física, pero ésta fue creada en Génesis 1.3 cuando dijo Dios: “Hágase la luz y fue la luz”; estaba disipando las tinieblas que envolvían al mundo y ordenando el caos que había. (Génesis 1.1)  y después creó las lumbreras. Al separar Dios la luz de las tinieblas creó el día y dejó la noche como oscuridad. La lumbrera mayor, el sol para determinar el día y la lumbrera menor, la luna y estrellas las puso para alumbrar  la noche y para señalar las estaciones, los días y los años. Así, entendemos que Dios creó  la luz porque las tinieblas ya existían. La luz es Jesús. 

Es la encarnación de Dios que vino al mundo en Belén de Judea, una noche oscura. (Emanuel). En el Evangelio de Juan 1.1 nos dice que el Verbo era en el principio, y era con Dios y era Dios. Y que todas las cosas por medio de El fueron hechas y para el. Que en él estaba la vida y esta es  la luz de los hombres que resplandece en las tinieblas.Juan 1.3-5 Jesús se encarnó porque Jesús es el Verbo de Dios. La Palabra creadora (Juan 1. 8-11) nos da testimonio que la  LUZ verdadera venia al mundo a alumbrar a todo hombre y que vino a lo suyo pero como no le conocían no le recibieron.

Pero el versículo 12 tiene una gran relevancia porque trae luz a las tinieblas del mundo cuando descarta tajante la frase popular: “Todos somos hijos de Dios”.  Dice con claridad que sólo al que recibe a Jesús como su único y suficiente Salvador, le da el derecho de ser hecho hijo de Dios: porque los hijos de Dios no son por voluntad de la sangre,  ni de la carne, no del hombre sino de Dios.                                                                                                                   

Los datos sobre la luz física son para entender porque se compara con la presencia de Jesús. La lumbrera mayor tiene luz propia y la lumbrera menor solo refleja la luz que recibe. El sol emite la luz y la luna como un espejo refleja esa luz.

La pureza de la luz es perfecta porque no puede  mancharse. Si un rayo de luz reposa sobre tierra o lodo, lo alumbra, pero cuando se retira no se ha contaminado ni ensuciado. Cuando se dirige un rayo de luz hacia la oscuridad,  las sombras  huyen y se meten en el armario o debajo de la cama. Jamás nadie puede transportar sombras hacia la luz. La sombra no es nada, en si. Es solo la ausencia de luz. Así como el amor y el odio. Cuando La Biblia nos enseña que Dios es amor (1ª Juan 4:7) entendemos que el odio no existe en sí; porque es la ausencia total de amor.

Son inversamente  proporcionales: A más amor, menos odio. A más luz, menos tinieblas…. Más cerca de Jesús, más lejos del Diablo. La pureza de la nieve se mantiene mientras esta en el aire, pero en cuanto cae al suelo se ensucia, se mezcla con la tierra, y la mancha del lodo permanece hasta que se derrite, evapora y vuelve al aire, a las nubes; no así la luz que viene pura y se va pura.

En Belén, vino la luz de los hombres,  y el mensaje de Dios dado por el ángel a los pastores:  “que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”  (Lucas 2: 11)

El nacimiento de Jesús en Belén de Judea rompió toda tiniebla en la tierra. Y su luz fue necesaria para eliminar la obra de Satanás en el hombre. El pecado tenía ahora un límite. Había acabado el dominio del príncipe del mundo; porque aquí estaba el Rey. Cuando Mateo 4: 12-14 se refiere a la profecía de Isaías  9:1,2 que Jesús comenzó su ministerio terrenal cuando oyó que Juan el Bautista estaba preso  y salió de Nazaret dirigiéndose a Capernaum. Leamos la descripción de este lugar: “Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles, el pueblo asentado EN TINIEBLAS  vio gran LUZ. Y los asentados en región de SOMBRA DE MUERTE,   LUZ les resplandeció.”

Igual sucedió con nuestras vidas cuando vivíamos en un Capernaum espiritual y estábamos asentados en región de sombra de muerte, en total oscuridad.  Llegó a nuestro corazón Cristo y la Luz nos resplandeció.  Dice Lucas 8: 17 “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido; que no haya de ser conocido, y de salir a luz”. 

Llega la luz a nuestras vidas y se manifiesta el pecado que mora en nosotros; pero como la luz hace huir las tinieblas, nuestros pecados son limpiados por la obra de Cristo en la cruz y Su Gracia.                           
A los ocho días de nacido, le pusieron el nombre de Jesús (que le puso el ángel al ser concebido). Y cuando se cumplieron los días de la purificación, José y María llegaron al Templo de Jerusalén para presentarlo al Señor. Allí estaba Simeón, un anciano lleno del Espíritu Santo, al quien había sido revelado que no vería la muerte antes de ver al Ungido del Señor, cuando lo vio, lo tomó en sus brazos y bendiciendo a Dios, dijo: “Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación; la cual has preparado en presencia de tus pueblos; LUZ para revelación a los gentiles, y gloria para tu pueblo Israel”. Mateo 2: 21.22.24-32                                                                                                 

Leamos en Juan 3:17-19 "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo (a nacer en un pesebre en Belén) a predicar las buenas nuevas de salvación, sanar a los enfermos (y ser crucificado y morir en una cruz) para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por EL.  El que en EL cree, no es condenado, pero el que EL no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.  Y esta es la condenación: que la LUZ vino al mundo, y los hombres amaron mas las tinieblas que la LUZ, porque sus obras eran malas."

En conclusión, dice el versículo 21- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la LUZ y no viene a la LUZ, para que sus obras no sean reprendidas.                                                                                                       Mas el que practica la VERDAD viene a la LUZ, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.

Después de que Jesús oró pidiendo al Padre que glorificara su nombre, se escuchó una voz que vino del cielo diciendo: “Lo he glorificado, y lo hare otra vez” (Juan 12: 28) Jesucristo explicó a la gente que oyó la voz,  que esa voz no vino por causa de El sino para los incrédulos. Entonces Jesús anunció su muerte en Juan 12: 35, 36;  “Aun por un poco esta la LUZ entre vosotros; andad entre tanto que tenéis LUZ, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe adonde va. Entre tanto tenéis la LUZ, creed en la LUZ,  para que seáis hijos de LUZ.

La 1ª Epístola de Juan 1: 5-7 nos dice;” Este es el mensaje que hemos oído de el, y os anunciamos: DIOS ES LUZ” y no hay ningunas tinieblas en EL. Si decimos que  tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en LUZ, como él está en  LUZ, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo nos limpia de todo pecado”.

 Cristo es el reflejo de la luz de Dios y nosotros sus discípulos, el reflejo de la luz de Cristo. Jesús es el reflejo de la gloria de Dios.       
Entonemos pues, el Himno “Noche de Paz” celebrando que la LUZ vino al mundo en Belén de Judea y derrotó a las tinieblas en la cruz del Monte del Gólgota.  Juan 8:12 dice: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

  JESUS, ES LA LUZ DEL MUNDO,  

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