RESURRECCION
El primer día de la semana… Mateo
28.1; Marcos 19.2,9; Lucas 24.1; Juan 20.1,19
No hay duda de que la tumba de Jesucristo estaba misteriosamente vacía. Paul Althaus dijo: "el mensaje de la resurrección " no podía haberse sostenido en Jer
El Dr. Craig hizo la siguiente observación: "En ningún lugar aparecen tradiciones opuestas al relato de la tumba vacía, ni siquiera en la polémica Judía."
Un escéptico, El Dr. John Dominic Crossan, ha afirmado erróneamente que la ley romana automáticamente prohibía el entierro de Jesús, y que Él en consecuencia debe haber sido arrojado a una fosa común. Esto no puede sostenerse. Raymond Brown ha demostrado que la política de entierros romana variaba con las circunstancias y permitía la posibilidad de entierros personales de algunos de los crucificados. Este escenario también contradiría las consistentes protestas Judías de que el cuerpo había sido retirado. Además, los evangelistas no podrían haber inventado con éxito que el propietario de la tumba era alguien tan específico como un miembro del Sanedrín llamado José de Arimatea. Mateo 27:57-61 testifica asi: “Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. (Marcos 15: 43, Juan 19:38-42).
Si los evangelios hubieran sido falsos en este asunto no habrían sido capaces de soportar la rápida rectificación y ridículo de los Judíos.
Algunos tratando de negar y desvirtuar la resurrección de Cristo han dicho que alguien debe haber robado el cuerpo de Jesús de la tumba, y que esto provocó los relatos de la resurrección milagrosa. Pero este argumento quedó anulado desde el día en que Jesús ecibió sepultura; porque los sacerdotes y fariseos se aseguraron que eso no sucediera y lo previnieron hablando con Pilato según narra Mateo 27:62-66 “Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis. Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia” Y esa guardia romana que cuidaría la tumba pagaría con su vida si permitían que se abriera para robar el cuerpo. El sello romano era inviolable para alguien extraño al núcleo de poder del régimen dominante en Jerusalén. Era obvio que ni los Judíos, ni los dirigentes romanos, que custodiaban la tumba (Mateo 27:62) habrían tomado la cuerpo de la tumba: ya que ambos tenían todos los motivos para mostrar el cuerpo en público para humillación de los discípulos y cortar su movimiento de raíz. Y dado que la escena en cuestión sucedió justo en Jerusalén, estaba enteramente a su alcance controlar el movimiento mesiánico si aun después de la muerte de su líder persistiera. Pero sin embargo para su confusión, ningún cuerpo fue mostrado. Si los Judíos tuvieran el cuerpo, poseerían un arma definitiva para desenmascarar la falsedad del movimiento cristiano y lo habrían exhibido en el día de Pentecostés cuándo todo Jerusalén estaba alborotado por causa del sermón de Pedro sobre la Resurrección de Cristo.
Es improbable que los seguidores de Jesús pudieran haber retirado el cuerpo con una guardia romana protegiendo la tumba, además de una gran piedra como puerta. Y no valdría acusarles de inventar la explicación de los guardias durmiendo y peor aun, si los guardias hubieran estado despiertos.
¿Cómo podemos pensar que los discípulos
obviarían el problema del peso para rodar la piedra que sellaba el sepulcro? y esto
sin hacer ruido para no despertar a los guardias romanos que la cuidaban. ¿Cómo
podrían los discípulos robar el cuerpo de Jesús si el registro Bíblico muestra
que los discípulos estaban acobardados, desanimados y desalentados?. Si creemos
que los discípulos eran personas honestas ¿Cómo saldrían a la calle y predicar que
Cristo resucitó si ellos sabían que era un engaño absoluto? ¿Se habrían
sacrificado hasta recibir cárcel, azote e incluso la muerte por una falsedad?
Es seguro que un mentiroso bajo tales presiones, confesaría su engaño y traicionaría
a sus compañeros.
El crecimiento
explosivo de la Iglesia es evidencia de la resurrección de Jesús. No fueron los poderosos, sino los plebeyos, pobres,
humildes marcados con todos los estigmas culturales en su contra (1 Corintios
1:26), cuyo mensaje de la resurrección de Cristo transformó pacíficamente al
imperio romano. Una hazaña considerada como “imposible”, que sin embargo sucedió.
El renombrado
arqueólogo F. Albright hizo la siguiente observación: "En mi opinión todos
los libros del Nuevo Testamento fueron escritos por Judíos bautizados entre la década
de los 40 y la de los 80 del primer siglo a.C." Los prejuicios de los judíos contra el Jesús
del Nuevo Testamento eran muy fuertes. ¿Qué otra cosa podría haber llevado a
los judíos a aceptar a un “criminal” vergonzosamente colgado? (Gálatas 3:13) ¿Cómo su Mesías prometido seria un carpintero cuando
habían anhelado por salvador un adalid, un líder militar? Ademas solo la
resurrección podría haber llevado a los Judíos a abandonar sus convicciones
monoteístas para adorar a Jesús como Dios Hijo (Juan 1:18), o cambiar su día de alabanza del sábado al domingo (Hechos 20:7)? Un simple mito inventado sería incapaz de derrumbar
tales esperanzas y tradiciones.
"Jesús fue
tan distinto de lo que todos los judíos esperaban que el Hijo de David fuera;
que Sus propios discípulos hallaron casi imposible asociar la idea del Mesías
con Él."
Millar Burrows
Es -tal como el Nuevo Testamento afirma- la resurrección de Jesús la única que venció
esta “imposibilidad” (Hechos 2:24). Mateo 28: 1-6 “Pasado el día de reposo, al amanecer del
primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el
sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del
cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como
un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas
temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las
mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue
crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde
fue puesto el Señor”.
“Jesús, el
que fue crucificado NO ESTA AQUÍ, pues ha resucitado” testificó el ángel
que removió la piedra; no para que saliera Jesús; sino para que vieran que la
tumba estaba vacia. El cuepo de Jesus estaba glorificado con la resurrección.
Tenia las cicatrices de los azotes y las perforaciones en manos y pies; pero no
obedecía a las leyes físicas que nos rigen a los humanos. Se presentaba ante
los discípulos pasando a través de puertas cerradas, comia con ellos y
Tomas pudo meter su dedo en la herida de su costado.
Cuando se encarnó
el Verbo en el vientre de la virgen María, adquirió las características de los
humanos siendo entonces verdadero Dios y verdadero hombre. Se llamaba a si
mismo el Hijo de Dios o el Hijo del Hombre. Sino ¿Cómo hubieran podido penetrar
los clavos las manos y los pies de Dios? ¿Cómo hubiera podido el hombre matar a
Dios que es inmortal? ¿Cómo derramaría Dios Su sangre por nuestros pecados?
Porque sin sangre no hay remisión de pecados: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”.(Mateo
26:28) “Y casi todo es purificado, según la ley,
con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” (Hebreos
9:22)
Así como su nacimiento fue anunciado, también la muerte y
resurrección de Jesús fueron profetizadas en detalles. Las siguientes profecías
se hicieron entre 500 y mil años antes del nacimiento de Jesús. Al estudiar la Biblia, y en particular los evangelios vemos que se cumplen en
Jesucristo.
- La traición de Judas:
Durante la última cena, Jesús anuncio que uno de los
12 discípulos lo iba a traicionar. Salmos 41:9 dice: “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de
mi pan comía, Alzó
contra mí el calcañar”. Predijeron
que la traición sería por 30 monedas de plata (Zacarías 11:12,13). Cada uno de
los evangelios menciona esta traición. Mateo 26:14-16 dice: Entonces
uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales
sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le
asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces Judas buscaba una
oportunidad para entregarlo.
- Acusado por falsos testigos: Líderes religiosos fueron los más resistentes
al mensaje de Jesús, acusandolo de blasfemia y romper leyes judías. El Salmo 27:12 dice: “No me entregues a la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que
respiran crueldad”. Durante su juicio
los falsos testigos estuvieron presentes. Marcos 14:55,56 dice: “Y los principales sacerdotes y todo el
concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no
lo hallaban. Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus
testimonios no concordaban”.
- Cargaría con nuestras
transgresiones: Isaías 53:5 dice: “Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
- Pedro, uno de los 12 y
testifica en 1 Pedro 3:18: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los
pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad
muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”
- Sería condenado con transgresores: Isaías 53:12 “Por tanto, yo le daré
parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó
su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado
el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. En los evangelios vemos que la cruz de Jesús
estuvo en medio de las de dos ladrones (Mateo 27:38).
- Sus manos y pies serian clavados: Jesús en la cruz fue clavado en las manos y en los
pies (Mateo 27:35 y Juan 20:25-29). En el imperio romano, los que eran
condenados a muerte eran clavados
en una cruz. Unos 500 años antes Zacarías (12.10) lo había profetizado: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los
moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a
quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose
por él como quien se aflige por el primogénito”. Pero el Rey David, más de mil años antes, fue mas especifico: “Porque perros me han
rodeado. Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron
mis manos y mis pies” (Salmos 22:16).
- Su sacrificio, seria durante las fiestas de pascua: Éxodo 12 explica que durante la pascua cada familia judía debía inmolar un cordero, sin defecto. Isaías profetizó que el Mesías "Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:7). Juan el Bautista reconoció a Jesús como al cordero (Juan 1:29) y sabemos que el juicio y la muerte de Jesús ocurrieron durante la pascua (Lucas 22).
- Su sacrificio, seria durante las fiestas de pascua: Éxodo 12 explica que durante la pascua cada familia judía debía inmolar un cordero, sin defecto. Isaías profetizó que el Mesías "Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:7). Juan el Bautista reconoció a Jesús como al cordero (Juan 1:29) y sabemos que el juicio y la muerte de Jesús ocurrieron durante la pascua (Lucas 22).
- La resurrección: Los Salmos predicen que
Jesús tendría victoria sobre la
muerte. Salmo 16:10. “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni
permitirás que tu santo vea corrupción”.Salmo 49:15 dice: “Pero Dios redimirá mi vida del poder
del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah” . Lucas 24:5-8 habla del momento cuando unas mujeres fueron a la tumba de Jesús pero la
encontraron vacía: “y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les
dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino
que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en
Galilea, diciendo: Es
necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y
que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus
palabras,”
Y porque resucitó, es que los cristianos seguimos a un Dios vivo, que nos oye
cuando oramos y que nos aguarda en la vida eterna. La sentencia de Génesis 3:19 “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”. ni la de
Eclesiastés 3.20 “Todo va a
un mismo lugar; todo es hecho del polvo,
y todo volverá al mismo polvo.” Estas son INELUDIBLES para
los humanos; pero no se cumplieron en Jesús de Nazaret, quien aclaró a los discípulos: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi
voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre,
el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo
resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que
todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré
en el día postrero.
Amén.