Monday, December 31, 2012


Diciembre 31, 2012
LOS PIPILES.   Antecedentes históricos de El Salvador       

Historiadores concuerdan que el pueblo Pipil que hallaron los españoles en Cuzcatlán descendía de tribus nahuas asentadas en el valle central de México y que emigraron a Centroamérica en los siglos VII y VIII de nuestra era.
Ignacio Barberena, Miguel Armas Molina, Antonio de Herrera, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, y otros historiadores, apoyan el parentesco Azteca de los Pipiles basado en estudios étnicos y culturales como lengua, religión, calendario, costumbres
Los pipiles se mezclaron con las tribus que hallaron en la región de Centro América que ocuparon, además de recibir un refuerzo cultural con la llegada de los Toltecas en los siglos X y XI d.C. de aquí proviene la leyenda de Topiltzín Co Acatl, destronado rey sacerdote de Tula, quien fue obligado a emigrar por el año 999 d. C. a la región de Tlapallán.
El antropólogo estadounidense
John Alden Mason
incluso propuso una clasificación Pipil en su libro “Idiomas Indígenas y su Estudio”.

Tronco: Macro-penutiano
Rama: Azteco-taneano
Grupo: Utaztecano
Familia: Aztecoide
Subfamilia: Nahuatlán
Lengua: Náhuatl
                                                                                                                                                                    Variedad: Tolteca-chichimeca
Dialecto: Pipil

El fraile español Bernardino de Sahagún (1499-1590) escribió un libro llamado Historia General de Las Cosa de Nueva España, y es reconocido hoy como “el padre de la etnografía nahua”, él fue el primero en aportar datos sobre la organización sociopolítica de los pipiles.
Los pipiles tenían una organización sociopolítica similar a la de los otros pueblos de la región. El gobierno lo formaba un cacique, un consejo de ancianos, y cuatro capitanes.
En cada pueblo existía un Señor (tlatoani) que a la vez era juez principal, y era ayudado por cuatro tenientes.
Cuando moría el cacique le sucedía en el mando el hijo mayor, si no había hijos el mando pasaba al pariente varón más cercano. Las mujeres estaban excluidas del mando, pero podían heredar tierras, casas y esclavos.
Había entre los Pipiles una clase privilegiada de donde salían los señores que regían el estado, y otra clase, la más numerosa, donde estaba el resto del pueblo.

Existía el matrimonio y el concepto de familia como unidad social. El historiador Antonio de Herrera y Tordesillas en su libro “Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano que llaman Indias Occidentales”, libro conocido con el nombre más corto de “Las Décadas, Antonio de Herrera narra cómo se realizaban las bodas religiosas entre los pipiles: “… tomaba el sacerdote a los novios por los dedos menores (meñique), metíalos en una camarilla adonde había fuego, hacíales ciertas amonestaciones, y en muriéndose la lumbre, quedaban casados”.
Luego venía la fiesta donde se emborrachaban con aguardiente de maíz que Herrera llama “aguamiel” y agrega: “La borrachera era en las fiestas más solemnes, de noche, adonde revueltos hombres y mujeres, cometían unos con otros infinitas maldades contra Dios”…,  pero a la mujer no se le permitía bailar en público.

El arte pipil es característico del arte mesoamericano, se basaba en la religión, siendo la escultura, la arquitectura y cerámica, preponderantes.
Existen esculturas talladas en piedra llamadas “estelas”, con figuras antropomorfas y zoomorfas, especialmente adornando hachas y yugos, pero más toscas y menos acabadas que la de los mayas.
Arquitecturalmente construyeron pirámides como sus ancestros aztecas, y las ruinas de Tazumal,San Andrés son evidencias; pero solo en Joya de Cerén se puede apreciar la vida cotidiana del pueblo maya agrícola.


El canto, la música y la danza fueron otras manifestaciones culturales practicadas por los pipiles durante celebraciones religiosas y populares, pero dejaron muy poco tocante a dibujo y pintura.
Entre los instrumentos musicales tenían el teponaztle, una especie de tambor hecho de madera hueca, la flauta o chirimía, carapachos de tortugas, caracoles marinos..., aun tenían trompetas para convocar a la gente… pero no quedó nada sobre que cantaban, o que ritmo tocaban.
En las ciencias usaban el mismo sistema numérico común a los pueblos nahuas de la región.
Sabían medir los pasos del sol y las fases de la luna, pudiendo así predecir las estaciones secas y lluviosas que usaban para su siembra.
El calendario ritual pipil constaba de 260 días, común a toda Mesoamérica
ETIMOLOGIA: La palabra Pipil es un término náhuat que proviene de Pipiltzin que significa noble, señor o príncipe, aunque también se deriva de Pipiltoton, que significa niño, muchacho u hombrecito. El nombre fue dado a las tribus nahuas que había en El Salvador y otros países de Centroamérica, por los tlaxcaltecas y otros pueblos del mismo tronco lingüístico de México que estaban aliados con Pedro de Alvarado en la conquista de la región, supuestamente porque al escuchar el idioma pipil, les parecía un náhuatl mal pronunciado, con acento de niño. 

Alrededor del 800 dC algunos pobladores emigraron hacia el Soconusco, en la actual parte sur de México, dando origen a los pipiles, mientras las poblaciones que se quedaron dieron origen a los nonoalcas; a la vez ambos grupos empiezan a ser influenciados por los Toltecas.

En el 900 dC los pipiles emigraron hacia varias regiones de Guatemala, El Salvador y Honduras. Algunas poblaciones pipiles de Honduras emigraron a varias regiones de Nicaragua donde dieron origen a los Nicaraos (pueblo de habla náhuat que habitó alrededor del Lago Cocibolca).

En la actual Guatemala los pipiles fundaron Isquintepeque (actual Escuintla) y se vieron influenciados por las poblaciones mayas (cakchiqueles, quiches y Zutujiles). En lo que hoy es Honduras los pipiles habitaron en los valles de: Comayagua, Olancho y Aguán y en Choluteca y se vieron influenciados por la poblaciones mayas chortis.

En el actual El Salvador los pipiles fundaron alrededor del 1200 el Señorío de Cuzcatlán, nación que se extendía desde el río Paz hasta el río Lempa, es decir cubría gran parte del occidente y centro de El Salvador.

En 1524 fueron conquistados los pipiles de Isquintepeque por Pedro de Alvarado y en 1528 fue conquistado el Señorío de Cuzcatlán, para 1530 habían sido sometidas las poblaciones pipiles en Honduras y en Nicaragua.                            

Por la colonización, la opresión militar e imposición de la religión llego la asimilación española y se extinguieron las poblaciones pipiles en Guatemala, Honduras y Nicaragua. Sobreviviendo la lengua y cultura pipil en El Salvador.               

En 1932 se produjo un Levantamiento campesino que fue reprimido cruel y sanguinariamente por el gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez provocando la muerte de unos treinta mil agricultores e indígenas pipiles. Esto causó que muchos abandonaran su cultura, lengua y tradiciones.

Este movimiento campesino de 1932 en El Salvador fue iniciado como una  protesta e insurrección que acabó en etnocidio. Las condiciones sociales se gestaron desde la llegada de los españoles a territorio salvadoreño, porque a partir de esa época la situación económica y social de los nativos se caracterizó por la constante decadencia de las condiciones de vida, la cual se incrementó en los años próximos a la independencia. Tras la adquisición de la  independencia de El Salvador, los gobiernos fueron propiciando la creación de un sistema tan desigual, que constantemente dejaba alejadas del progreso a las poblaciones nativas de los territorios del Señorío de Cuzcatlán. El Salvador, sumido en una profunda crisis económica por la caída de los precios del café y la crisis de 1929, se enfrentó a una oleada de protestas y rebeliones contra el sistema desigual de tenencia de tierras, que se agudizaron con las reformas presidenciales que despojaban a los campesinos de sus tierras  para darlas a los grandes terratenientes.

 Campesinos e indígenas se levantaron contra el gobierno y atacaron instalaciones militares en el occidente del país,  unida a una rebelión organizada por el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) tras perder las elecciones que posteriormente acusaron de fraudulentas.

El resultado fue una respuesta militar del gobierno del General  Maximiliano Hernández Martínez, quien ordenó la ejecución de todo aquel que se alzase contra el régimen. Algunos autores estiman una cifra cercana a los 30.000 fallecidos.  Hasta la fecha, se sigue conmemorando los hechos como uno de los episodios más emblemáticos y determinantes en la historia de El Salvador, por sus secuelas políticas, económicas y ante todo, culturales.                     
Teniendo en cuenta que  durante las dos últimas décadas del siglo XIX y las primeras tres décadas del siglo XX, la economía salvadoreña se sostuvo gracias al cultivo del café, de tal forma que dicha época se conoce como la "república cafetalera". En tal sentido, la caída de los precios del café significó el despido masivo de campesinos y el cierre de varias haciendas, lo cual llevaría a una crisis económica muy profunda.
El cultivo del fruto de café, la limpieza, procesado y exportación del  principal producto agrícola de El Salvador fue entre 1880 y 1920.
El sector cafetalero nacional había surgido por la acumulación de riquezas por parte de un pequeño grupo de hacendados y comerciantes, los cuales, aprovechando el negocio cafetalero, habían acaparado una gran cantidad de terrenos, dando empleo a campesinos, buena parte de ellos indígenas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el empleo brindado por los hacendados fue deformándose hasta convertirse en explotación, ya que la paga era muy poca y el trato hacia los campesinos era despótico. Para finales de 1930, la paga en las haciendas consistía en dos tortillas de maíz y dos cucharadas de frijoles cocidos al inicio y al final de la jornada. Como agravante, se usaban fichas (como monedas locales) con las que se pagaba en las haciendas, y que solo podían ser cambiadas por productos en la tienda que pertenecía al mismo dueño del cafetal, existían pues,  monopolios locales que encarecían el alimento. Se calcula que la alimentación en la época para un jornalero al día era menos de $0.50 (actual), por lo cual los beneficios de los hacendados eran bastante considerables. De hecho, para 1924, la producción total de café variaba entre 32 y 53 millones de kilogramos. El precio por cada quintal (46 kilogramos), oscilaba en 42.55 colones (C2.50=$1.00); el cálculo de costos de producción para un quintal era de 13 colones, de los cuales dos iban a las manos del trabajador, uno a las arcas del Estado, uno a los vendedores de insumos y nueve a los hacendados. 

 El pago del hacendado al trabajador era bajísimo, según lo declarado el 5 de febrero de 1932 por el delegado estadounidense en San Salvador, W. J. McCafferty, en una carta dirigida hacia su gobierno explicando la situación salvadoreña, donde expresaba que un animal de labranza tenía más valor que un trabajador porque la demanda era alta y su  comercializacion dejaba mejores dividendos. McCafferty informó, desde su punto de vista, todo lo ocurrido al gobierno estadounidense.

Tratando de detener el movimiento insurreccional, la policía nacional capturó y encarceló  al líder del Partido Comunista Salvadoreño, Farabundo Martí, y a los dirigentes de agrupaciones estudiantiles universitarias, Alfonso Luna y Mario Zapata. Se les decomisaron documentos que probaban los planes de insurrección, los cuales se usaron posteriormente en juicios militares.
Pese al golpe moral y la organizacion sufrido por el Partdo Salvadoreño Salvadoreño, la insurrección no se canceló. La dirigencia comunista se reintegró a los planes originales en la medida de la posibilidad de realizarlos. A finales del mes de Enero de 1932, la situación nacional tomó tintes caóticos; los cuerpos de seguridad acababan con cualquier grupo o individuo que se involucrase en actos subversivos o revolucionarios. A la vez que el PCS realizaba su levantamiento, los indígenas del occidente se alzaron contra el régimen en protesta por sus pobres condiciones de vida; la coincidencia (¿casualidad o coordinación?) de fechas entre ambos alzamientos, hicieron que las fuerzas armadas les diesen igual tratamiento a ambos movimientos. Tras los eventos de finales de Enero, Martí, Luna y Zapata fueron sometidos a un consejo de guerra y condenados a muerte. La sentencia fue ejecutada el 1 de febrero de 1932

El General Maximiliano Hernández Martínez, encabezó un gobierno autoritario y ultraconservador desde 1931 hasta ser derrocado por una huelga general en Abril de 1944.
El general se sentía muy atraído por los éxitos de los gobiernos fascistas europeos, en especial por Hitler y Mussolini. De hecho, en 1938 nombró director de la Escuela Militar a Eberhardt Bohnstedt, general del ejército alemán. Abrió relaciones diplomáticas con el dictador español Francisco Franco; sin embargo, estando bajo la presión de los Estados Unidos (principal comprador de café a este país), tuvo que olvidarse de sus simpatías y aceptó alinearse al lado de los Aliados
. Ese cambio en su política exterior, al igual que la represión contra los comunistas y opositores a su gobierno, le permitió obtener mayor apoyo de Washington. Sin embargo, la situación cambió ante la negativa de Hernández Martínez de recibir a 30 soldados estadounidenses para dar protección al Canal de Panamá. El motivo que Hernández Martínez adujo para rechazar el pedido de Estados Unidos fue que, dado que las tropas que arribarían tendrían un porcentaje de soldados de raza negra, era un riesgo el que se reprodujesen en El Salvador y que diesen niños de color al país.                             
 En El Salvador no había habitantes de raza negra porque al no tener costa atlántica la importación de esclavos africanos para cultivar las bananeras de la United Fruit de Estados Unidos;  quedó limitada a Guatemala, Belice, Honduras Nicaragua y Costa Rica.                                                                                                                   
 En la política, referente directamente a la población, hizo predominar sus costumbres teosóficas. Por ejemplo, cuando se desató una peste de viruela, el presidente ordenó forrar con papel azul las lámparas de las plazas, esperando que los médicos invisibles salvasen a los que estaban destinados a vivir. Entre otras cosas, estableció que todo aquel que pidiese educación debía ser considerado comunista, negando especialmente el acceso a la educación a los obreros y asalariados porque, en sus palabras, pronto dejaría de haber personas dispuestas a trabajar en tareas de limpieza.
Ser culto en  el Salvador significa negar la cultura original y adoptar las foráneas, de España, Inglaterra y Estados Unidos; con el fin de “borrar la huella heredada de la raza indígena”. Existe una actitud despectiva al referirse a hechos históricos, a héroes o mártires de gestas contra la conquista, colonialismo e injusticia, por ejemplo, la del indio nonualco Anastasio Aquino, en 1833; la insurrección campesina liderada por Farabundo Martí en la que participaron los indios José Feliciano Ama, Francisco Sánchez y Modesto Ramírez, en 1932.                              
En Enero de 1932, Alfonso Luna, Mario Zapata  -líderes estudiantiles de izquierda-  fueron fusilados por haberles sido encontrados panfletos de apoyo al Partido Comunista Salvadoreño.  
Esta actitud es una manifestación que llega al racismo e impone una versión guanaca del “apartheid” en El Salvador.                                                      
La dura realidad que prevalece hoy, desde la época de la conquista, el salvadoreño es tratado como ciudadano de segunda clase dentro del territorio nacional y el malinchismo concede más valor al extranjero que a los nativos.


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Friday, December 28, 2012


¿ABORIGENES MODERNOS?

¿CULTURA, COSTUMBRES, ARTE, DECORACION DEL CUERPO?

¿Es el tatuaje arte? Las costumbres de las sociedades humanas antiguas de decoración de sus cuerpos ha sido copiada por las “civilizaciones” modernas. Han dejado en el recuerdo las frases:”Hay que ir a los pueblos remotos, a la selva amazónica, Africa, Australia, Borneo y otras; a “civilizar” a los nativos. Debemos enseñarles nuestras costumbres y hábitos higiénicos, dietas, medicina y brindarles educación básica. Es nuestra obligación sacarlos del analfabetismo, enseñarles a comer alimentos bien elaborados, vestirse adecuadamente y vacunarlos contra las enfermedades virales más comunes.

¡Que grandes pensamientos y tan buenos deseos!. Al transcurrir el tiempo el hombre civilizado alcanzó a llegar a esas comunidades. Encontró que eran cazadores expertos y se alimentaban con sus presas y algunas frutas silvestres. Modificaban sus cuerpos mediante procedimientos mecánicos o cosméticos entre los cuales estaban los peinados, depilación de cejas, piernas, brazos y axilas, cicatrices, tatuajes, perforaciones o pintura.    

 La sociedad que fue a civilizar a estos grupos terminó siendo civilizada por ellos y por la época de la Segunda Guerra Mundial se comenzó a incrementar el uso de tatuajes hasta llegar a las décadas de los 80s y 90s en que se volvieron más frecuentes. En la antigüedad los guerreros usaban el pelo largo, aretes y collares, muñequeras y anillos; pero se abandonó esa práctica por bastante tiempo y el único adorno metálico que se usaba en Occidente eran los aretes, collares, pulseras y anillos femeninos. Luego comenzaron a usarse por algunos hombres estas prendas hasta que hoy, no es raro su uso en ambos sexos; habiéndose adoptado también por los hombres la depilación de cejas, axilas, piernas y hasta el pecho; aunque hoy se llamen metrosexuales. 

Las mujeres Maori de Africa, se practican cortes en los labios y lóbulos de las orejas e introducen discos de metal o madera para estirar los tejidos, incluyendo la extracción de los cuatro incisivos inferiores.                                                                                      
Los guerreros Potok portan el disco labial, lucen cicatrices en la espalda  y se perforan el tabique nasal en cuyo agujero meten la hoja de un árbol.

ALASKA: Los esquimales practican una perforación en el labio inferior que luego agrandan para indicar que el muchacho se ha convertido en un cazador, En ocasiones adornan sus orejas o nariz con huesos, vidrio o conchas.

AMERICA DEL SUR: Los indios Cashinawa se perforaban el tabique nasal para insertarse plumas de colores indicando conellas el rango. Los indios Carafa se escarifican una mejilla y se perforan el labio con una astilla de bambú. Los Chavantes se adornaban con pendientes de madera con cuerdas enrolladas alrededor de cuello y tobillos y un cono amarillo que cuelgan de su pene.

AMERICA CENTRAL: Los Mayas cultivaban la belleza. Ponían máscaras de madera a los niños para que al deformar la cabeza se formara un perfil perfecto. Se usaba el tatuaje para indicar el rango y posición del hombre. Practicaban agujerear  labio, nariz y orejas usando las joyas más valiosas que podían.                           

El libro “Perforaciones Corporales-México”, estudios antropológicos y revistas como National Geographic  aprecian que las perforaciones más comunes han sido de orejas, labios y tabique nasal; hoy en día, se agregan agujeros en lengua, cejas; mentón, mejillas, pezones y clítoris.        

El ser bizco era un símbolo de gran belleza, así que desde niños se les aplicaban unas bolas de cera en medio de los ojos  

El vello facial del hombre era arrancado como hoy en día las mujeres depilan sus cejas. Los cuerpos fueron pintados para indicar el estatus y la ocupación. Lenguas, labios, narices y orejas fueron perforadas y decoradas con la joyería más fina que se pudieron permitir. Las perforaciones en la oreja fueron gradualmente expandidas hasta llegar a un grado asombroso. En algunas excavaciones fueron encontradas algunas orejeras de jade, superando el diámetro de siete centímetros. También se han encontrado dibujos y textos sobre lenguas perforadas, en estas perforaciones metían largas cuerdas, a veces con espinas, y así las jalaban. Los mayas valoraban enormemente el poder mágico de su sangre.
Entre los instrumentos que utilizaron para perforar destacan objetos como agujas punzantes, a veces identificadas como espinas, garras o colmillos, aunque también encontraron hojas puntiagudas de obsidianas y punzantes de huesos de animales y en ocasiones de humanos.
"Quetzalcóatl hizo penitencia, perforó sus piernas, dejó fluir su sangre sobre el maguey. " SAHAGÚN

Los mayas ofrecieron sacrificios de su propia sangre, en algunos rituales se perforaban la lengua en una dirección inclinada de un lado a otro y pasaban partes de paja a través de las perforaciones. Según algunos historiadores, los mayas practicaban la circuncisión.
"También se perforaban el propio miembro, lo perforaban oblicuamente de un lado a otro y por los orificios pasaban gran cantidad de hilo, así que todos los integrantes del rito quedaban atados, ellos untaban a sus ídolos con la sangre que fluía por todas partes.".
Diego de Landa

El universo de los mayas era relativo, balanceado e influenciado con la interacción entre el hombre y sus dioses a través de sus sacrificios y su magia.

 Existe un sinfín de antecedentes sobre las perforaciones que practicaban las tribus de Africa, Amazonia, Nueva Guinea,  Canadá, Indonesia, India, Venezuela, Borneo, etc. No iremos muy lejos y nos enfocaremos en Centro América y México; en las culturas Maya, aztecas, olmecas y otomíes.

OLMECAS: Son la civilización más antigua de Mesoamérica, proporcionaban los primeros y talvés los más ilustrados sacrificios de genitales. En el pasado se encontró un mural, en una cueva del estado de Guerrero, que muestra un jaguar agachado, símbolo de un Rey-Sacerdote, de las garras del jaguar salía una serpiente cuyo cuerpo cambia a un miembro alargado de humano. La obligación de los sacrificios era uno de los tantos ritos que los mayas y otras culturas han heredado de los olmecas.

 Como instrumentos para perforar usaban picos de maguey, garras de animales, espinas de pescado, dientes de tiburón y piedras preciosas finamente talladas. Ellos poseían una gran variedad de perforaciones en diferentes partes del cuerpo, como las orejas, tabique y labios. También perforaciones en la frente, brazos, piernas y genitales. Los aretes estaban hechos principalmente con conchas de mar, obsidiana, cuarzo o jade. Las perforaciones eran una de las tantas formas de modificar el cuerpo en todos los niveles sociales, muchas veces eran un símbolo de acercamiento a su dios.
Los sacerdotes expandían sus lenguas hasta el diámetro de la muñeca. Las perforaciones de la mejilla eran reservadas para ritos fúnebres, en los cuales, miembros de la familia del difunto recibían tal perforación por parte del sacerdote, este tributo era para asegurar un buen recibimiento en la siguiente vida.

AZTECAS: Algunos de los gobernantes siguieron el ejemplo del héroe Quetzalcóatl al derramar sangre de los genitales. Este acto era entendido como la imitación de la primera mítica penitencia de la Serpiente Emplumada, quien trajo vida a la humanidad al mezclar su sangre con los huesos encontrados de tiempos ancestrales. Para los aztecas, las perforaciones eran un acto de purificación para acercarse más a dios. Las perforaciones requerían de ritos muy exhaustos de meditación. Los periodos duraban desde cuatro días, para la gente común, hasta 20 días para reyes y sacerdotes, aunque también se sabe de algunos de hasta 80 días. Las primeras perforaciones eran en honor a Tonacatecuitli y Tonacacuitl, amos de los deseos carnales.
Éstos rituales iban muy ligados con el consumo de hongos alucinógenos y pulque.
Las perforaciones de oreja y lengua fueron muy apreciadas dentro de la cultura azteca, se dice que éstas se realizaban en los niños en fechas específicas, comparables con nuestro año bisiesto.
Los Xiuhnacochtli (expansores) fueron utilizados por los reyes y gente común, sin embargo, los reyes usaban piezas de turquesa. Las perforaciones de la lengua fueron hechas como un tributo a la Diosa de la Tierra, Coatlicue, la perforación en su honor era un acto único en la vida pues otorgaba limpieza espiritual, era una reflexión para invocar veracidad en el recibidor del arete a través de la cercanía espiritual con los dioses.
Los ancianos, entre los aztecas, tenían grandes tapones de jade en sus lenguas, estas ornamentas iban con ellos hasta la tumba para mantener la veracidad en la siguiente vida.
La perforación del tabique es extensamente documentada dentro de los aztecas, entre los que usaban tal perforación desfilaban dioses, como Quetzalcóatl, reyes, sacerdotes, grandes guerreros y nobles. Xiuhyacámitl significa tabique perforado en náhuatl. Se dice que los reyes usaban barras de turquesa en tal perforación para los eventos de gala.
Los dioses aztecas, especialmente los que estaban relacionados con la muerte y lo subterráneo, usaban platos en el tabique con diseños de cráneos. La joyería típica de Tlatoani (el que habla con una lengua pequeña y veraz) era el labret o bezote, dicha ornamenta era básicamente de turquesa y significaba una alta autoestima y por lo regular era tallada en forma de lengua. Otras joyas para el bezote eran los tapones de oro con esculturas de dioses, reyes o animales sagrados.
A pesar de que las perforaciones de la nariz fueron rechazadas por los colonizadores, por considerarlas no atractivas, existen algunos códigos que describen esta perforación en relación con los dioses Tezcatlipoca (erradicador del pecado) y Chalchiutlicue (la diosa del agua terrestre), ya que ambos fueron comúnmente dibujados con largos tapones tubulares en la nariz.
Otra perforación ignorada por los colonizadores fue la de los pezones; por lo que en la mayoría de los dibujos del pueblo azteca no se plasmaron. Painal, dios conocido como mensajero de la muerte, usaba argollas de oro en los pezones, aunque también se sabe que Coatlicue las usaba.                                                                                                                          
OTOMÍES: Los más antiguos en el Anáhuac, los otomíes, usaban bezotes y orejeras; se distinguían por su valor y finura las piedras de los señores y guerreros.
Las mujeres, desde niñas, se rapaban la cabeza; de adolescentes dejaban crecer los cabellos sin peinarlos, y sólo cuando ya habían sido madres se los arreglaban. También traían orejeras, se pintaban el pecho y brazos de colores azules, se adornaban con plumas de colores los pies, piernas y brazos, afeitaban el rostro sobre el cual ponían una sustancia roja en las mejillas, pintaban los dientes de negro. Los señores que gobernaban los cuitlateca, una rama de los otomíes, traían unas piedras preciosas en el tabique nasal.

 CUEXTECAPAN; Los cuextecapan, que se extendían entre las costas del Golfo, la parte sur de Tamaulipas, el norte de Veracruz y la parte oriental de San Luis Potosí, habían llegado por el mar, tenían la cabeza ancha y chata, los cabellos teñidos de amarillo ó rojo, largos y sueltos sobre la espalda. Ellos se perforaban y limaban los dientes para hacerlos acabar en punta, también perforaban y expandían la nariz para así colocar un tubo de oro dentro del cual atravesaban un plumaje colorido. En los pies llevaban cascabeles de palo ó cobre, con los que generaban música.

ACAXES: Cuando iban a la guerra los acaxes llevaban consigo todos sus adornos y riquezas, uno de ellos consistía en una cola hecha con gamuza, la que se amarraba en la cintura para semejar una cola de animal. Cuando volvían como ganadores, en la fiesta que organizaban, se perforaban el labio inferior y pasaban por él un hueso aproximadamente de cuatro centímetros de largo, y se hacían la misma cantidad de perforaciones equivalente al número de hombres que habían matado.

Ellos cuidaban mucho su cabello que era largo y lo trenzaban con cintas blancas. En el cuello y en los puños llevaban grandes sartas de caracoles y conchas. Se agujeraban el tabique de la nariz y colocaban piedras preciosas como la esmeralda, también en las orejas llevaban muchos zarcillos de plata o cobre, cada uno con una cuenta blanca.

ZAPOTECAS: Las mujeres zapotecas usaban grandes y anchas arracadas de oro en las orejas y pulseras de piedras finas, así como collares de estas mismas piedras y de pedazos de oro. Los pendientes que utilizaban eran muy pesados, por lo que provocaban la deformación de las orejas, muchas veces era por las penitencias pedidas en los rituales.
Los hombres se perforaban para salir a la guerra o para deformar el labio y así llevar el bezote ó "tentetl", que significaba ser un guerrero distinguido.

Tribus del sur de México y Centro América, mayas, pipiles, chortis, quichés, olmecas, aztecas, chichimecas, zapotecas y muchas otras culturas son quienes nos marcaron el camino y estarán felices porque sus adornos corporales siguen usándose en la actualidad. No somos tribus, indígenas, ni nativos; pero probablemente somos los modernos primitivos encargados de no dejar que estas prácticas ancestrales queden como historia, por el contrario, se siguen haciendo ritos de estética y placer, ahora, y para las generaciones futuras.

El que se siente feo está en libertad de tratar de embellecerse.  Lo que he visto es que mujeres que eran bellas hoy parecen viejos cuadernos de dibujo y bolsos con remaches.

Miles de jóvenes portan verrugas de oro en sus caras y las argollas que antiguamente se ponían en las narices al ganado bovino o porcino, hoy “adornan” rostros esclavizados y tristes.

 Sólo nos quedó una pregunta pendiente: ¿Quién civilizó a quien?                                                                                                                      

 

Wednesday, December 26, 2012


SUPER   IDOLATRIA

Diciembre 12—Pasó el acontecimiento guadalupano iniciado desde los comienzos de la historia del continente americano. Una problemática se dá al investigar documentos sobre el argumento guadalupano que ha sido objeto de apasionados debates históricos desde finales del siglo XVIII hasta que un académico español - Juan Bautista Muñoz-  y dos mexicanos, el fraile dominico fray Servando Teresa de Mier y en el siglo XIX el erudito Joaquín García Icazbalceta pusieron en duda desde posiciones y motivos diversos.  la verdadera historia del hecho.   Desde entonces la polémica predomina sobre la investigación documental.  En la historia de la controversia guadalupana se encuentran tesis contrapuestas. Algunos desvirtúan la realidad del acontecimiento histórico;  reduciéndolo a un mero símbolo de valor idolátrico. Sintetizando, para algunos "Guadalupe" es un mito religioso que representaría las antiguas tradiciones religiosas mexicanas sincréticamente asumidas por el catolicismo; que en su afán de cimentar la nueva fe traída por la conquista, destruyeron los centros paganos y edificaron encima de las ruinas sus propios templos.

 La Virgen de Guadalupe sería la substitución católica de una "divinidad" pagana, la diosa azteca Tonantzin y Juan Diego, un indio chichimeca, uno de los personajes del mito. Otros, que "Guadalupe" es un instrumento del catecismo usado por los misioneros en la evangelización de los indígenas; aplicando al caso mexicano la tradición española, las escenificaciones y dando lugar a una rica tradición escultó-rica e iconolatría.  Históricamente, Tonantzin, nombre nahuatl que significa: “nuestra madre venerada”; de nuestra (to-) venerada (-tzin) madre (nān-), es una diosa de la mitología azteca. También es el nombre con el que se designaba a varias otras deidades femeninas, como Coatlicue y Cihuacoatl.[   

][][]Tonantzin se usaba por los aztecas como “Nuestra Señora” igual como se usa para la Virgen María en el catolicismo.  En las religiones politeístas en particular, una divinidad puede tener distintos nombres, características y manifestaciones, y como con Tonantzin , asi ha sido con la diosa hindú Durga, manifestación guerrera de Parvati y con la virgen María con los nombres de Guadalupe, Rosario, Fatima, Lourdes, Auxiliadora, Caridad del cobre y otros.  Se dá  la posibilidad de la integración del culto a varios dioses en uno sólo; que adquiere las características y nombres de sus antecesores. Esto es posible en el caso de Tonantzin.

Algunos investigadores, como Jacques Lafaye, identifican a Tonantzin como Cihuacoatl según las descripciones del cronista Bernardino de Sahagún, y con Centeotl siguiendo al cronista Francisco Javier Clavijero. Sahagún se refiere a Cihuacoatl como la diosa principal de los aztecas, y en dos ocasiones afirma que la llaman con el nombre de Tonantzin.                                                                             

Para Lafaye, Jacques Soustelle y otros investigadores, hay una superposición de ritos de adoración e iconografía de distintas diosas Toci, Cihuacoatl, Centeotl, Citlalicue,  Xilonen, Chicomecoatl, Tonacacihuatl y Omecihuatl, donde puede ubicarse a Tonantzin.[]  

También se identifica a Tonantzin como madre de Quetzalcóatl, y en otras como su esposa y parte de su dualidad, especialmente en su forma de Cihuacoatl (Mujer Serpiente)                               
Desde épocas prehispánicas existía un templo de adoración a Toci-Tonantzin en el cerro del Tepeyac, cerca de la Ciudad de México; que fue destruido durante la Conquista de México. Sin embargo, los monjes franciscanos mantuvieron una pequeña capilla en este lugar.

En la Historia encontramos la descripción del culto a Tonantzin del historiador católico: ...uno de estos está en México, donde está un montecillo que llaman Tepeacac y que los españoles llaman Tepequilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe. En este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses, que ellos llaman Tonantzin, que quiere decir nuestra madre. Allí hacían muchos sacrificios en honra de esta diosa, y venían a ella de muy lejanas tierras, de más de veinte leguas de todas las comarcas de México, y traían muchas ofrendas: venían hombres y mujeres y mozos y mozas a estas fiestas. Era grande el concurso de gente en estos días y todos decían “vamos a la fiesta de Tonantzin”; y ahora que está ahí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomando ocasión de los predicadores que también la llaman Tonantzin. ...y vienen ahora a visitar a esta Tonantzin de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin como antiguamente." Fray Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas de la Nueva España, 1540-1585.                                                                                  

Juan Diego Cuauhtlatoatzin 

Según una tradición nació en 1474 en Cuauhtitlán,  entonces reino de Texcoco, perteneciente a la etnia de los chichimecas. Su nombre náhuatl, Cuauhtlatoatzin en su lengua materna significaba «Águila que habla», o «El que habla con un águila».                                                                                         
Ya adulto y padre de familia, atraído por la doctrina de los Franciscanos llegados a México en 1524, recibió el bautismo junto con su esposa María Lucía y el matrimonio catolico, hasta la muerte de su esposa,  en 1529.  Dice la tradición que era un hombre de fe,  coherente con sus obligaciones bautismales, nutriendo su unión con Dios mediante la eucaristía y el estudio del catecismo.                                  (No se reporta que haya leído La Biblia)                                                                          

El 9 de diciembre de 1531, mientras se dirigía a pie a Tlatelolco, en un lugar denominado Tepeyac, tuvo una aparición de María Santísima, que (totalmente contraria a su carácter y humildad bíblica) se le presentó como «la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios». La Virgen le encargó que en su nombre pidiese al Obispo capitalino el franciscano Juan de Zumárraga, la construcción de una iglesia en el lugar de la aparición (para ser adorada como diosa). Y como el Obispo no aceptó la idea de la Virgen, esta le pidió que insistiese. Al día siguiente, domingo, Juan Diego volvió a encontrar al Prelado, quien lo examinó en la doctrina cristiana y le pidió pruebas objetivas en confirmación del prodigio. Juan Diego volvió con unas rosas en su tilma y al desenvolverlo para mostrarlas, la virgen de Guadalupe estaba estampada en la tilma (o ayate)  que se usaba como un manto anudado al hombro dejando el brazo izquierdo libre y llegaba hasta los tobillos.                                                                                                         
La tilma de Juan Diego tiene una altura de “2 varas y un doceavo, y de ancho poco más de vara y cuarta” , (1m. 68 cm por 1m 0.3 cm); por lo que podemos deducir que la altura de este indio chichimeca era de aproximadamente 1.80 metros lo que probablemente lo hacía destacarse entre los indios que poblaban México.  Cuenta la leyenda que se fue a vivir en una casucha al lado del santuario en el Tepeyac para servirle a la virgen limpiando la capilla y cuidando la edificación.  Dedicó el resto de su vida a rezar, hacer penitencia y tomar la eucaristía tres veces por semana.  ¿?

 Refiriéndose a esta humildad en la homilía papal pronunciada el 6 de mayo de 1990 en este Santuario,  el papa presidió la solemne celebración en honor del laico  Juan Diego, decorado con el título de Beato. El papa dijo: «las noticias que de él nos han llegado elogian sus virtudes cristianas: su fe simple, su confianza en Dios y en la Virgen; su caridad, su coherencia moral, su desprendimiento y su pobreza evangélica. Llevando una vida de eremita, aquí cerca de Tepeyac, fue ejemplo de humildad» (Ibídem)                                                   
Pero Brasil no es menos idolatra con su imagen mas popular.
Agresión pública a efigie de la Virgen. Decía la noticia dada en portugués: Chute na santa, (patadas a la santa) fue un incidente que provocó una controversia religiosa que estalló en Brasil a finales de 1995, por una transmisión en vivo de un ministro de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), que pateó la imagen de una santa católica.  El incidente tuvo lugar el 12 de octubre de 1995, el mismo día de la fiesta nacional en el que se celebra a la santa patrona de Brasil  Nuestra Señora de la Concepción Aparecida  (Otra virgen María) ,  ]
Esa madrugada, el O Despertar da Fé (El despertar de la fe), un programa nacional de televisión en vivo por la IURD difundida por Rede Record (que pertenece a la misma iglesia),  el televangelista, obispo Sérgio Von Helde estaba expresando sus pensamientos acerca de  las enseñanzas de su iglesia de las "imágenes" y la "idolatría" en el día de la virgen, mostrando un icono real de la santa. Luego, mientras caminaba alrededor de la imagen, hablando de su incapacidad para "ver" y "escuchar", comenzó a patear la imagen, proclamando su "incapacidad para reaccionar, porque estaba hecha de arcilla". 

Al día siguiente, Jornal Nacional de la Rede Globo denunció el incidente, causando una gran conmoción en todo el país. El evento fue percibido por los católicos como un importante acto de intolerancia religiosa, provocando una protesta pública. Varios templos de la IURD fueron blanco de las protestas, y Von Helde tuvo que ser trasladado a Sudáfrica hasta el final de la controversia. 

Pero no es sólo un caso de intolerancia religiosa; sino tratar de acabar con la idolatría con mala educación e irrespeto. Desconocer que el poder de la oración es más grande que dar puntapiés a un cuadro o una estatua. Es el mismo caso de querer acabar con la pornografía rompiendo la foto de una mujer desnuda en público; con la homosexualidad golpeando a un gay o destruir la drogadicción eliminando a un adicto.                                                           
No es que nos guste o no el problema, porque no es nada personal; pero al leer La Escritura es claro el mandato de YHWH en Levítico 26:1 No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy YWHW vuestro Dios”.

Claro que siempre a este mandato no falta algún seguidor de la iglesia de Roma que diga: “Pero Dios mandó a hacer dos querubines de oro y una serpiente de bronce para adorar”. FALSO, los dos querubines sobre el Propiciatorio miraban la sangre del sacrificio, como una tipología de la sangre redentora que Jesús derramaría en la cruz del Calvario y no eran para ADORARLOS pues sólo podía entrar el sumo sacerdote. El pueblo estaba afuera.

Tampoco eran para adoración los querubines que Salomón hizo de madera de olivo para ubicarlos en el Lugar Santísimo donde era imposible entrar a adorarlos.  (1 Reyes 6:23)  “Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura”.

En cuanto a la serpiente de bronce que hizo Moisés profetizando que todo aquel que viera al madero donde estaba la serpiente viviría,  así como el que se volviera a Jesús si era mordido por el pecado no moriría. Números 21:9 “Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía”.  Pero la idolatría en que había caído el pueblo quemándole incienso a la culebra hizo que Ezequías la despedazara como tendrían que romperse los ídolos modernos, en lugar  de fomentar su adoración:“El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.”  (2 Reyes 18:4)                                                             

Históricamente, en las religiones más influyentes y expandidas mundialmente se han podido ver actos de fanatismo desde el martirio de cristianos en el coliseo hasta la decadencia del imperio romano en el cual los cristianos quemaron libros y estatuas por inmorales. Las cruzadas fueron actos fanáticos e imperialistas que profundizaron en la disputa centenaria entre musulmanes y cristianos, combatiendo ambos en nombre de su dios en la Edad Media. Otros actos contemporáneos a éstas eran la Santa Inquisición, herramienta de supresión de la herejía. En la actualidad algunos actos fanáticos se han dado bajo acciones de grupos de la religión islámica, como los del 11 de septiembre de 2001 en USA, o dañando a otros ciudadanos que difieren de sus creencias. Es interminable el conflicto y la eterna  rivalidad en Irlanda, Medio Oriente, Africa y Asia.

Generalmente se clasifica al fanático como una persona ignorante e ingenua, con un razonamiento insuficiente para justificar y defender sus creencias mediante la agresión o juzgando a los demás sin mostrar sus puntos de vista. El fanático no acepta consejos ni modificaciones para el cambio de mentalidad.