¿ABORIGENES MODERNOS?
¿CULTURA, COSTUMBRES, ARTE, DECORACION DEL
CUERPO?
¿Es el tatuaje arte? Las
costumbres de las sociedades humanas antiguas de decoración de sus cuerpos ha
sido copiada por las “civilizaciones” modernas. Han dejado en el recuerdo las
frases:”Hay que ir a los pueblos remotos, a la selva amazónica, Africa,
Australia, Borneo y otras; a “civilizar” a los nativos. Debemos enseñarles
nuestras costumbres y hábitos higiénicos, dietas, medicina y brindarles
educación básica. Es nuestra obligación sacarlos del analfabetismo, enseñarles
a comer alimentos bien elaborados, vestirse adecuadamente y vacunarlos contra
las enfermedades virales más comunes.
¡Que grandes pensamientos
y tan buenos deseos!. Al transcurrir el tiempo el hombre civilizado alcanzó a
llegar a esas comunidades. Encontró que eran cazadores expertos y se
alimentaban con sus presas y algunas frutas silvestres. Modificaban sus cuerpos
mediante procedimientos mecánicos o cosméticos entre los cuales estaban los
peinados, depilación de cejas, piernas, brazos y axilas, cicatrices, tatuajes,
perforaciones o pintura.
La sociedad que fue a
civilizar a estos grupos terminó siendo civilizada por ellos y por la época de
la Segunda Guerra Mundial se comenzó a incrementar el uso de tatuajes hasta
llegar a las décadas de los 80s y 90s en que se volvieron más frecuentes. En la
antigüedad los guerreros usaban el pelo largo, aretes y collares, muñequeras y
anillos; pero se abandonó esa práctica por bastante tiempo y el único adorno
metálico que se usaba en Occidente eran los aretes, collares, pulseras y
anillos femeninos. Luego comenzaron a usarse por algunos hombres estas prendas
hasta que hoy, no es raro su uso en ambos sexos; habiéndose adoptado también
por los hombres la depilación de cejas, axilas, piernas y hasta el pecho;
aunque hoy se llamen metrosexuales.
Las mujeres Maori de
Africa, se practican cortes en los labios y lóbulos de las orejas e introducen
discos de metal o madera para estirar los tejidos, incluyendo la extracción de
los cuatro incisivos inferiores.
Los guerreros Potok portan el disco labial, lucen cicatrices en la espalda y se perforan el tabique nasal en cuyo agujero meten la hoja de un árbol.
Los guerreros Potok portan el disco labial, lucen cicatrices en la espalda y se perforan el tabique nasal en cuyo agujero meten la hoja de un árbol.
ALASKA: Los esquimales practican una perforación en el labio inferior que luego
agrandan para indicar que el muchacho se ha convertido en un cazador, En
ocasiones adornan sus orejas o nariz con huesos, vidrio o conchas.
AMERICA DEL SUR: Los indios Cashinawa se
perforaban el tabique nasal para insertarse plumas de colores indicando conellas
el rango. Los indios Carafa se escarifican una mejilla y se perforan el labio
con una astilla de bambú. Los Chavantes se adornaban con pendientes de madera
con cuerdas enrolladas alrededor de cuello y tobillos y un cono amarillo que
cuelgan de su pene.
AMERICA CENTRAL: Los Mayas cultivaban la
belleza. Ponían máscaras de madera a los niños para que al deformar la cabeza
se formara un perfil perfecto. Se usaba el tatuaje para indicar el rango y
posición del hombre. Practicaban agujerear labio, nariz y orejas usando las joyas más
valiosas que podían.
El libro “Perforaciones
Corporales-México”, estudios antropológicos y revistas como National Geographic aprecian que las perforaciones más comunes
han sido de orejas, labios y tabique nasal; hoy en día, se agregan agujeros en
lengua, cejas; mentón, mejillas, pezones y clítoris.
El ser bizco era un símbolo de gran belleza, así que desde niños se les aplicaban unas bolas de cera en medio de los ojos
El vello facial
del hombre era arrancado como hoy en día las mujeres depilan sus cejas. Los
cuerpos fueron pintados para indicar el estatus y la ocupación. Lenguas,
labios, narices y orejas fueron perforadas y decoradas con la joyería más fina
que se pudieron permitir. Las perforaciones en la oreja fueron gradualmente
expandidas hasta llegar a un grado asombroso. En algunas excavaciones fueron
encontradas algunas orejeras de jade, superando el diámetro de siete
centímetros. También se han encontrado dibujos y textos sobre lenguas
perforadas, en estas perforaciones metían largas cuerdas, a veces con espinas,
y así las jalaban. Los mayas valoraban enormemente el poder mágico de su
sangre.
Entre los instrumentos que utilizaron para perforar destacan objetos como
agujas punzantes, a veces identificadas como espinas, garras o colmillos,
aunque también encontraron hojas puntiagudas de obsidianas y punzantes de
huesos de animales y en ocasiones de humanos.
"Quetzalcóatl hizo penitencia, perforó sus piernas, dejó fluir su sangre sobre el maguey. " SAHAGÚN
"Quetzalcóatl hizo penitencia, perforó sus piernas, dejó fluir su sangre sobre el maguey. " SAHAGÚN
Los mayas
ofrecieron sacrificios de su propia sangre, en algunos rituales se perforaban
la lengua en una dirección inclinada de un lado a otro y pasaban partes de paja
a través de las perforaciones. Según algunos historiadores, los mayas
practicaban la circuncisión.
"También se perforaban el propio miembro, lo perforaban oblicuamente de un lado a otro y por los orificios pasaban gran cantidad de hilo, así que todos los integrantes del rito quedaban atados, ellos untaban a sus ídolos con la sangre que fluía por todas partes.". Diego de Landa
"También se perforaban el propio miembro, lo perforaban oblicuamente de un lado a otro y por los orificios pasaban gran cantidad de hilo, así que todos los integrantes del rito quedaban atados, ellos untaban a sus ídolos con la sangre que fluía por todas partes.". Diego de Landa
El universo de los mayas
era relativo, balanceado e influenciado con la interacción entre el hombre y
sus dioses a través de sus sacrificios y su magia.
Existe un sinfín de antecedentes sobre las
perforaciones que practicaban las tribus de Africa, Amazonia, Nueva Guinea, Canadá, Indonesia, India, Venezuela, Borneo,
etc. No iremos muy lejos y nos enfocaremos en Centro América y México; en las
culturas Maya, aztecas, olmecas y otomíes.
OLMECAS: Son la civilización más
antigua de Mesoamérica, proporcionaban los primeros y talvés los más ilustrados
sacrificios de genitales. En el pasado se encontró un mural, en una cueva del
estado de Guerrero, que muestra un jaguar agachado, símbolo de un
Rey-Sacerdote, de las garras del jaguar salía una serpiente cuyo cuerpo cambia
a un miembro alargado de humano. La obligación de los sacrificios era uno de
los tantos ritos que los mayas y otras culturas han heredado de los olmecas.
Como instrumentos para perforar usaban picos
de maguey, garras de animales, espinas de pescado, dientes de tiburón y piedras
preciosas finamente talladas. Ellos poseían una gran variedad de perforaciones
en diferentes partes del cuerpo, como las orejas, tabique y labios. También perforaciones
en la frente, brazos, piernas y genitales. Los aretes estaban hechos principalmente
con conchas de mar, obsidiana, cuarzo o jade. Las perforaciones eran una de las
tantas formas de modificar el cuerpo en todos los niveles sociales, muchas
veces eran un símbolo de acercamiento a su dios.
Los sacerdotes expandían sus lenguas hasta el diámetro de la muñeca. Las perforaciones de la mejilla eran reservadas para ritos fúnebres, en los cuales, miembros de la familia del difunto recibían tal perforación por parte del sacerdote, este tributo era para asegurar un buen recibimiento en la siguiente vida.
Los sacerdotes expandían sus lenguas hasta el diámetro de la muñeca. Las perforaciones de la mejilla eran reservadas para ritos fúnebres, en los cuales, miembros de la familia del difunto recibían tal perforación por parte del sacerdote, este tributo era para asegurar un buen recibimiento en la siguiente vida.
AZTECAS: Algunos de los gobernantes siguieron el ejemplo del héroe Quetzalcóatl al
derramar sangre de los genitales. Este acto era entendido como la imitación de
la primera mítica penitencia de la Serpiente Emplumada, quien trajo vida a la
humanidad al mezclar su sangre con los huesos encontrados de tiempos
ancestrales. Para los aztecas, las perforaciones eran un acto de purificación
para acercarse más a dios. Las perforaciones requerían de ritos muy exhaustos
de meditación. Los periodos duraban desde cuatro días, para la gente común,
hasta 20 días para reyes y sacerdotes, aunque también se sabe de algunos de
hasta 80 días. Las primeras perforaciones eran en honor a Tonacatecuitli y
Tonacacuitl, amos de los deseos carnales.
Éstos rituales iban muy ligados con el consumo de hongos alucinógenos y pulque.
Las perforaciones de oreja y lengua fueron muy apreciadas dentro de la cultura azteca, se dice que éstas se realizaban en los niños en fechas específicas, comparables con nuestro año bisiesto.
Los Xiuhnacochtli (expansores) fueron utilizados por los reyes y gente común, sin embargo, los reyes usaban piezas de turquesa. Las perforaciones de la lengua fueron hechas como un tributo a la Diosa de la Tierra, Coatlicue, la perforación en su honor era un acto único en la vida pues otorgaba limpieza espiritual, era una reflexión para invocar veracidad en el recibidor del arete a través de la cercanía espiritual con los dioses.
Los ancianos, entre los aztecas, tenían grandes tapones de jade en sus lenguas, estas ornamentas iban con ellos hasta la tumba para mantener la veracidad en la siguiente vida.
La perforación del tabique es extensamente documentada dentro de los aztecas, entre los que usaban tal perforación desfilaban dioses, como Quetzalcóatl, reyes, sacerdotes, grandes guerreros y nobles. Xiuhyacámitl significa tabique perforado en náhuatl. Se dice que los reyes usaban barras de turquesa en tal perforación para los eventos de gala.
Los dioses aztecas, especialmente los que estaban relacionados con la muerte y lo subterráneo, usaban platos en el tabique con diseños de cráneos. La joyería típica de Tlatoani (el que habla con una lengua pequeña y veraz) era el labret o bezote, dicha ornamenta era básicamente de turquesa y significaba una alta autoestima y por lo regular era tallada en forma de lengua. Otras joyas para el bezote eran los tapones de oro con esculturas de dioses, reyes o animales sagrados.
A pesar de que las perforaciones de la nariz fueron rechazadas por los colonizadores, por considerarlas no atractivas, existen algunos códigos que describen esta perforación en relación con los dioses Tezcatlipoca (erradicador del pecado) y Chalchiutlicue (la diosa del agua terrestre), ya que ambos fueron comúnmente dibujados con largos tapones tubulares en la nariz.
Otra perforación ignorada por los colonizadores fue la de los pezones; por lo que en la mayoría de los dibujos del pueblo azteca no se plasmaron. Painal, dios conocido como mensajero de la muerte, usaba argollas de oro en los pezones, aunque también se sabe que Coatlicue las usaba.
Éstos rituales iban muy ligados con el consumo de hongos alucinógenos y pulque.
Las perforaciones de oreja y lengua fueron muy apreciadas dentro de la cultura azteca, se dice que éstas se realizaban en los niños en fechas específicas, comparables con nuestro año bisiesto.
Los Xiuhnacochtli (expansores) fueron utilizados por los reyes y gente común, sin embargo, los reyes usaban piezas de turquesa. Las perforaciones de la lengua fueron hechas como un tributo a la Diosa de la Tierra, Coatlicue, la perforación en su honor era un acto único en la vida pues otorgaba limpieza espiritual, era una reflexión para invocar veracidad en el recibidor del arete a través de la cercanía espiritual con los dioses.
Los ancianos, entre los aztecas, tenían grandes tapones de jade en sus lenguas, estas ornamentas iban con ellos hasta la tumba para mantener la veracidad en la siguiente vida.
La perforación del tabique es extensamente documentada dentro de los aztecas, entre los que usaban tal perforación desfilaban dioses, como Quetzalcóatl, reyes, sacerdotes, grandes guerreros y nobles. Xiuhyacámitl significa tabique perforado en náhuatl. Se dice que los reyes usaban barras de turquesa en tal perforación para los eventos de gala.
Los dioses aztecas, especialmente los que estaban relacionados con la muerte y lo subterráneo, usaban platos en el tabique con diseños de cráneos. La joyería típica de Tlatoani (el que habla con una lengua pequeña y veraz) era el labret o bezote, dicha ornamenta era básicamente de turquesa y significaba una alta autoestima y por lo regular era tallada en forma de lengua. Otras joyas para el bezote eran los tapones de oro con esculturas de dioses, reyes o animales sagrados.
A pesar de que las perforaciones de la nariz fueron rechazadas por los colonizadores, por considerarlas no atractivas, existen algunos códigos que describen esta perforación en relación con los dioses Tezcatlipoca (erradicador del pecado) y Chalchiutlicue (la diosa del agua terrestre), ya que ambos fueron comúnmente dibujados con largos tapones tubulares en la nariz.
Otra perforación ignorada por los colonizadores fue la de los pezones; por lo que en la mayoría de los dibujos del pueblo azteca no se plasmaron. Painal, dios conocido como mensajero de la muerte, usaba argollas de oro en los pezones, aunque también se sabe que Coatlicue las usaba.
OTOMÍES: Los más antiguos en el Anáhuac, los otomíes, usaban
bezotes y orejeras; se distinguían por su valor y finura las piedras de los
señores y guerreros.
Las mujeres, desde niñas, se rapaban la cabeza; de adolescentes dejaban crecer los cabellos sin peinarlos, y sólo cuando ya habían sido madres se los arreglaban. También traían orejeras, se pintaban el pecho y brazos de colores azules, se adornaban con plumas de colores los pies, piernas y brazos, afeitaban el rostro sobre el cual ponían una sustancia roja en las mejillas, pintaban los dientes de negro. Los señores que gobernaban los cuitlateca, una rama de los otomíes, traían unas piedras preciosas en el tabique nasal.
Las mujeres, desde niñas, se rapaban la cabeza; de adolescentes dejaban crecer los cabellos sin peinarlos, y sólo cuando ya habían sido madres se los arreglaban. También traían orejeras, se pintaban el pecho y brazos de colores azules, se adornaban con plumas de colores los pies, piernas y brazos, afeitaban el rostro sobre el cual ponían una sustancia roja en las mejillas, pintaban los dientes de negro. Los señores que gobernaban los cuitlateca, una rama de los otomíes, traían unas piedras preciosas en el tabique nasal.
CUEXTECAPAN; Los cuextecapan, que se extendían entre las costas
del Golfo, la parte sur de Tamaulipas, el norte de Veracruz y la parte oriental
de San Luis Potosí, habían llegado por el mar, tenían la cabeza ancha y chata,
los cabellos teñidos de amarillo ó rojo, largos y sueltos sobre la espalda. Ellos
se perforaban y limaban los dientes para hacerlos acabar en punta, también
perforaban y expandían la nariz para así colocar un tubo de oro dentro del cual
atravesaban un plumaje colorido. En los pies llevaban cascabeles de palo ó
cobre, con los que generaban música.
ACAXES: Cuando iban a la guerra los acaxes llevaban consigo todos sus adornos y
riquezas, uno de ellos consistía en una cola hecha con gamuza, la que se
amarraba en la cintura para semejar una cola de animal. Cuando volvían como
ganadores, en la fiesta que organizaban, se perforaban el labio inferior y
pasaban por él un hueso aproximadamente de cuatro centímetros de largo, y se
hacían la misma cantidad de perforaciones equivalente al número de hombres que
habían matado.
Ellos cuidaban mucho su cabello que era largo y lo trenzaban con cintas blancas. En el cuello y en los puños llevaban grandes sartas de caracoles y conchas. Se agujeraban el tabique de la nariz y colocaban piedras preciosas como la esmeralda, también en las orejas llevaban muchos zarcillos de plata o cobre, cada uno con una cuenta blanca.
Ellos cuidaban mucho su cabello que era largo y lo trenzaban con cintas blancas. En el cuello y en los puños llevaban grandes sartas de caracoles y conchas. Se agujeraban el tabique de la nariz y colocaban piedras preciosas como la esmeralda, también en las orejas llevaban muchos zarcillos de plata o cobre, cada uno con una cuenta blanca.
ZAPOTECAS: Las mujeres zapotecas usaban grandes y anchas arracadas de oro en las
orejas y pulseras de piedras finas, así como collares de estas mismas piedras y
de pedazos de oro. Los pendientes que utilizaban eran muy pesados, por lo que
provocaban la deformación de las orejas, muchas veces era por las penitencias
pedidas en los rituales.
Los hombres se perforaban para salir a la guerra o para deformar el labio y así llevar el bezote ó "tentetl", que significaba ser un guerrero distinguido.
Los hombres se perforaban para salir a la guerra o para deformar el labio y así llevar el bezote ó "tentetl", que significaba ser un guerrero distinguido.
Tribus del sur de México
y Centro América, mayas, pipiles, chortis, quichés, olmecas, aztecas,
chichimecas, zapotecas y muchas otras culturas son quienes nos marcaron el
camino y estarán felices porque sus adornos corporales siguen usándose en la
actualidad. No somos tribus, indígenas, ni nativos; pero probablemente somos
los modernos primitivos encargados de no dejar que estas prácticas ancestrales
queden como historia, por el contrario, se siguen haciendo ritos de estética y
placer, ahora, y para las generaciones futuras.
El que se siente feo está en libertad de tratar de embellecerse. Lo que he visto es que mujeres que eran bellas hoy parecen viejos cuadernos de dibujo y bolsos con remaches.
Miles de jóvenes portan verrugas de oro en sus caras y las argollas que antiguamente se ponían en las narices al ganado bovino o porcino, hoy “adornan” rostros esclavizados y tristes.
Sólo nos quedó una
pregunta pendiente: ¿Quién civilizó a quien?
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