Transfigurarse significa cambiar de figura, de forma, transformarse. La palabra usada en griego es metanoia (metanoia) que comúnmente es traducida por metamorfosis.
La más conocida transfiguración humana , es la de Jesús en el Monte a donde había ido con algunos de sus discípulos, que según unos comentaristas era el Tabor y para otros el Hebrón, llamado también Monte de Sion. Los que sostienen que fue en el Tabor se basan en una narración no confiable y geográficamente toda posibilidad es que fue el Hermón porque la narración bíblica ubica el suceso en la cercanía de Cesarea de Filipo.
Las tres narraciones sinópticas de este evento se encuentran en Mateo 17:1-8; Marcos 9:2-8, y Lucas 9:28-36. Tomamos el relato de Lucas, ya que los tres evangelios sinópticos narran básicamente lo mismo.
28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. 29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.
28- Es mucha la gente que tratando de desvirtuar el texto bíblico, quiere que fijemos nuestra atención en mínimos detalles sin importancia, como el de Lucas al decir que Jesús tomó a Pedro. Juan y Jacobo para subir al monte "como" ocho días después, mientras Mateo y Marcos dicen seis días. Lucas no asevera que fueron ocho, sino "como ocho días" expresando una aproximación.
29- Aquí se dió la transformación, la metanoia, la metamorfosis, cambiando la apariencia de su rostro y hasta su ropa se volvió resplandeciente.
El propósito de la transfiguración de Cristo era el mostrar una parte de Su gloria celestial, a un “círculo íntimo” de Sus discípulos, para que pudieran tener una mayor comprensión de quien era Jesús, el Cristo de Dios. Al transfigurarse, el cambio que experimentó en Su apariencia, era con el fin de que los discípulos pudieran percibir Su gloria; lo vieron Daniel, Isaías y el mismo Juan en la isla de Patmos; porque en Palestina, sus familiares, discípulos, amigos, paisanos y hasta sus enemigos solo lo habían conocido en Su cuerpo humano, ahora este estrecho círculo tenía una mayor conciencia de Su divinidad, aunque no podían comprenderla plenamente.
31 Aparecieron Moisés y Elías y hablaban con Jesús acerca de Su muerte que pronto tendría lugar.
Estos versículos son los más bellos del pasaje porque podemos apreciar el plan de la encarnación de Jesús, su pasión , su muerte y resurrección. Moisés estaba presente como el representante de la Ley y la venida de Jesús a cumplirla sin quitar ni una jota (una tilde) y Elías representando a los profetas que durante el tiempo del Antiguo Testamento profetizaron la venida del Mesías y el plan de salvación. Jesús estaba como puente entre este período y el nuevo Pacto (el de Su sangre).
Con la resurrección de Jesús, aseguramos la nuestra, y esta dulce esperanza es parte de la segunda venida de Jesucristo, estando representados por Moisés en la resurrección de los muertos y Elías en el levantamiento o Rapto de la iglesia ya que el profeta fue arrebatado vivo por un carro de fuego en un torbellino (2 Reyes 2.11).
33- Pedro, no sabiendo lo que decía y estando muy asustado, ofreció a Jesús armar tres enramadas para El, Moisés y Elías.
Como judío, Pedro hacía referencia a las enramadas que se utilizaban para celebrar la Fiesta de los Tabernáculos, cuando los israelitas habitaron en tiendas durante 7 días (Levítico 23:34-42).
Aunque en el fondo de su corazón, lo que Pedro expresaba humanamente el deseo de quedarse viviendo en ese lugar.
34- Cuando una nube los envolvió, sintieron temor. La gloria de Dios (shekináh) se manifestaba como una nube que reposaba en la cumbre del Monte de Dios, acompañó en el éxodo al pueblo liberado y llenó el templo de Salomón. Cuando la nube estaba sobre el tabernáculo era imposible al hombre resistir Su presencia y únicamente Moisés podía ministrar; y cuando lo hacia su rostro resplandecía teniendo que poner sobre su cabeza un velo que lo cubría. y en Hechos 1:9 Jesús resucitado ascendió a los cielos. "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos".
35- Y vino una voz en la nube una voz y dijo, “Este es mi Hijo amado; a Él oíd.” . Es el momento de recordar que cuando Juan el Bautista accedió a bautizar a Jesús y éste subía del agua; (Mateo 3.17) Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
(Juan 2.5) Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo os dijere .
Dios nos manda a escuchar las palabras de Jesús y su madre manda a sus siervos y a los discípulos del Mesías hacer todo lo que Jesús diga.
La voz calló y Jesús quedó con sus discípulos en el monte. Jesús estaba solo con Sus discípulos, quienes aún estaban muy atemorizados y les advirtió que no dijeran nada a nadie de lo que habían visto, hasta después de Su resurrección.
Sus discípulos vieron un atisbo de Su futura glorificación y entronización como Rey de reyes y Señor de señores.
Juan escribió en su evangelio, “Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14).
Pedro también escribió sobre ello, 16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. 17 Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. 18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
(2 Pedro 1:16 18).
Aquellos que fueron testigos de la transfiguración, testificaron de ello a los otros discípulos y al dejarlo consignado em La Escritura lo siguen haciendo a incontables millones de estudiosos de La Biblia; en decenas de idiomas y dialectos en casi todos los países, a través de los siglos.
Amén
