Friday, November 30, 2012


  HOY       

TALMIDA         Púlpito Virtual  

 En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.        2 Corintios 6:2  (Reina Valera)

HOY es una realidad que vemos, sentimos, apreciamos o negamos. Pero que no podemos detener Es una frontera que divide el pasado del futuro. Entre lo sucedido y lo que va a suceder; entre ayer y mañana.

 Cuando Moisés vio una zarza ardiendo en el desierto de Madian, pensó y dijo: “iré a ver porque la zarza no se consume” y Dios se le manifestó en aquella zarza. A la pregunta de Moisés ¿Quien digo  que me manda? Dios le respondió: “El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”

 Dios estaba diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, de su hijo, de su nieto. y tuyo Moisés. Era el mismo Dios en el transcurso de las generaciones. En Apocalipsis 1:8 dice: "Yo soy el Alfa y la Omega (El Alef y la Tau) el principio y el fin, El que era, el que es y el que ha de venir". Implicando eternidad en las palabras.  El principio de la historia de Su pueblo. Era en Abraham, el Dios del llamado. El Dios de Isaac, de la promesa y el Dios de  Jacob, de los 400 años de exilio. Y tu Dios, Moisés, el Dios del éxodo. El versículo de 2 Co 6:2 citado al principio dice “he aquí ahora el tiempo” utilizando el adverbio  de tiempo ahora que también es presente; y después dice ahora es el día de salvación. Porque  el  día de  mañana solo es una posibilidad, no  una certeza. Nadie puede garantizarnos que despertaremos en la mañana siguiente.  Ni adivinos, chamanes, brujos, horóscopo, péndulos, pirámides, cartas, cristales de cuarzo, dados……solo Dios, lo sabe y nadie más. Unicamente  el  HOY  es seguro; porque ayer ya pasó y mañana no ha llegado.

Frecuentemente -y nosotros lo hicimos- cuando nos hablaban de arrepentirnos y entregarnos a Jesús, decíamos que tenemos tiempo para hacerlo y que no hay prisa. Otros piensan que están espiritualmente sucios y que necesitan limpiarse antes de ir a Jesús. No es  cierto, porque el hombre no tiene ningún medio de limpieza para hacerlo; solo la sangre derramada por Cristo tiene el poder de limpiarnos. “Hay UN SOLO  mediador entre Dios y los hombres.    Jesucristo hombre” 1ª Timoteo 2:5.
Pedro, el apóstol al que la iglesia romana llama el primer papa, dice en  Hechos 4:11--  “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.                                                                                                                                                         12-Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Si un ser humano pudiera alcanzar la salvación por sus propios medios. Ejemplo: Caminar de un país a otro rezando el rosario y en ayuno, o que pagara por una misa cantada diaria por unos veinte años, o pasara sentado en posición de loto todo el día durante tres meses en meditación trascendental, respirando por los oídos y pronunciando mantras y un OOOOOOOMMMMMM de treinta minutos… Entonces, ¿Para qué murió el Cristo de Dios en una cruz?  ¿Será que Jesús por ignorar esos otros medios de salvación, fue a la cruz? Hemos visto en reportajes televisivos como en Semana Santa en algunos lugares hombres clavados en cruces de madera para limpiar sus pecados; porque al ignorar Las Escrituras desconocen que allí no es donde Jesús llegó a limpiarse sino que  en su vida fue tentado en todo y no pecó; pero fue a la cruz para clavar con El, nuestros pecados y salvar a los que creemos en su obra redentora. No fue Pedro, ni María, ni Juan los que murieron sin pecado en la cruz. Fue Jesús. Y no requirió ayuda de nadie, por lo tanto, no hay ningún corredentor. Pero aunque no podemos cambiar nuestro pasado; si  podemos evaluar las malas y buenas experiencias para que HOY tomemos la decisión de cambiar nuestro futuro. Si reconocemos que pecamos y que ofendimos a Dios con nuestra conducta, HOY arrepentidos doblemos nuestras rodillas y pidamos perdón a Jesús y que nos limpie de toda maldad. Entonces nuestro futuro será luminoso, con gozo en el Espíritu y con la paz que el mundo no puede entender. Oiremos la voz de Jesús como la oyó el ladrón que murió a Su lado en una de las cruces del monte Calvario: “HOY estarás conmigo en el paraíso”.

No importa lo que hayas hecho, Poderoso es el Señor para limpiarte. Solo hay un pecado mortal: La blasfemia contra el Espíritu Santo. Es peor ser incrédulo o caer en la apostasía que haber matado.

Amigo, existe un plan perfecto para cada vida, Nosotros pensamos en que “queremos ser” y esta sensualidad  llena nuestras  expectativas;  pero al desarrollarse nuestras vidas, sino ocurre nada de lo que esperamos creemos que Dios no oyó nuestras peticiones; pero el plan divino se cumplirá según la voluntad de Dios y no la nuestra.  Dice el Salmo 37:4 --Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón” es una verdad bíblica que trataré de ilustrar con este corto cuento de autor desconocido y de titulo                                
< Los  Tres  arboles >

Erase una vez en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos pensando sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes. El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. ! Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo!".

El segundo arbolito miro un pequeño arroyo realizando su camino al océano y dijo: "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes poderosos sobre mí. !Yo seré el barco mas imponente del mundo!".

 El tercer arbolito miro hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, "Yo no quiero irme de la cima de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme, ellos levantaran su mirada al cielo y pensaran en Dios. ! Yo seré el árbol más alto del mundo !".

 

Los años pasaron. Llovió, brilló el sol, y los pequeños árboles crecieron alto. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miro al primer árbol y dijo, "! Que árbol tan hermoso es este!", y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayó. “! Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol.

 El segundo leñador miro al segundo árbol y dijo, "Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí". Con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayó. “! Ahora deberé navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol, "deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos".

El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el ultimo leñador lo miró. El árbol se paró derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba y dijo, "Cualquier árbol es bueno para mí". Y con la arremetida de su hacha brillante, el tercer árbol cayó.                                                                                                                                                             El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado con alimento para animales de granja hambrientos.

 El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago.

 El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de madera. "Que estará pasando", fue lo que se preguntó el árbol, "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios..." Muchísimos días y noches pasaron.

 A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños... Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbró al primer árbol cuando una joven puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento, "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebé", le dijo su esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió, mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna. Y la mujer dijo: "Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer árbol supo que contenía el tesoro más grande del mundo.

Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se lleno de temor, él sabía que no tenía la fuerza para llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y lluvia. El hombre cansado se levantó, y alzando su mano dijo a las olas:       "enmudece". La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó. Y de repente, el segundo árbol supo que el llevaba navegando al Rey del Cielo y de la Tierra...

Un viernes en la mañana, el tercer árbol se extraño cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asusto al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se llenó de temor cuando unos soldados hacían de él una cruz y clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero, cruel y maldito. Al morir ese hombre la tierra tembló, Pero el domingo por la mañana, cuando el sol brilló y sos discípulos gritaban con júbilo: ¡! RESUCITO ¡!, y el tercer árbol supo que EL AMOR DE DIOS LO HABÍA CAMBIADO TODO. Esta victoria hizo que el árbol se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, lo harían en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo”.

 La próxima vez que te sientas deprimido porque no conseguiste lo que querías, solo mantente firme y paciente porque Dios... ...está pensando en algo mejor para darte.

Lo que planeaste para tu vida ayer puede ser que no lo veas cumplido HOY pero si está en la voluntad de Dios te lo dará  mañana. Recuerda que la fe es un regalo y un fruto de Dios Espíritu Santo y Jesús es el autor y consumador de la fe.

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Hebreos 11:1

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