… … no más allá de lo escrito…
TALMIDA Púlpito Virtual
Cuando nos disponemos a cumplir el mandato de Jesús de Escudriñar La Escritura (Juan 5:39); debemos doblar nuestras rodillas para pedir al autor de La Palabra que con la iluminación del Espíritu Santo nos la revele, para que la grabe en nuestro corazón y nuestra mente. Seguidamente examinamos el contexto para ubicarnos en la intención y sentido de las frases y que nuestra interpretación no sea personal sino la correcta. En este momento muchos caen en la tentación (o morbo) de querer descifrar algún código secreto (como dicen los gnósticos) o mensajes ocultos.
Cuando nos disponemos a cumplir el mandato de Jesús de Escudriñar La Escritura (Juan 5:39); debemos doblar nuestras rodillas para pedir al autor de La Palabra que con la iluminación del Espíritu Santo nos la revele, para que la grabe en nuestro corazón y nuestra mente. Seguidamente examinamos el contexto para ubicarnos en la intención y sentido de las frases y que nuestra interpretación no sea personal sino la correcta. En este momento muchos caen en la tentación (o morbo) de querer descifrar algún código secreto (como dicen los gnósticos) o mensajes ocultos.
Conocedor de nuestros pensamientos, Jesús inspiró al
Apóstol Pablo a escribir en la primera epístola que envió a los de la iglesia
de Corinto, una advertencia a la que muy pocos hacen caso.
Leamos en varias versiones bíblicas este versículo: 1a
Corintios 4: 6
“Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por
amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que
está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra
otros”. (Reina Valera 1960- RVR 1960)
”Hermanos, todo esto lo he aplicado a Apolos y a mí mismo para beneficio de
ustedes, con el fin de que aprendan de nosotros aquello de «no ir más allá de
lo que está escrito». Así ninguno de ustedes podrá engreírse de haber
favorecido al uno en perjuicio del otro”. (Nueva Versión Internacional-NVI)
“Hermanos, les hablo de estas cosas por su
propio bien y poniendo como ejemplo a Apolo y a mí mismo. Lo digo para que por
nuestro ejemplo aprendan ustedes a no ir más allá de lo que está escrito,
y para que nadie se hinche de orgullo, favoreciendo a uno en perjuicio de otro”
(Dios habla hoy)
Este versículo, en ninguna forma es excluyente a la
interpretación bíblica; sino solo limitante a nuestra imaginación. Pablo dice
que aprendamos a mantenernos
apegados a la verdadera intención, sin “imaginar” nada.
La interpretación no será literalista, estrictamente
sometida a las letras escritas porque si leemos que “no hay que tapar el sol
con un dedo” es obvio que no hacemos referencia a la posibilidad de un viaje
espacial hasta el sol para taparlo con un dedo. Más que absurda es esta
interpretación y parece producto de una mente desquiciada y no de un lector con
un mínimo de cordura. Pues lo mismo sucede con muchos textos bíblicos, como el
que presentamos hoy. Pablo advertía a los de la iglesia de Corinto que -por ser
griegos- tenían mucha influencia filosófica y comenzaban a brotar distintas
interpretaciones de la Palabra de Dios.
En la actualidad, el no obedecer este versículo ha
propiciado la proliferación de congregaciones y sectas que usan el método a la inversa: Primero,
estructuran una doctrina de lo que ellos creen y después hacen la
interpretación acomodada a su propio pensamiento del versículo que han leído.
Comienzan con la respuesta y después se preguntan.
En las reflexiones sobre el mandato de Jesús de: Escudriñad y el contexto, estudiamos la importancia
de tomar en cuenta el momento histórico de la época, las costumbres del pueblo,
los problemas de las traducciones, recordando
que el idioma hebreo no tenia vocales- y
que no debe ser literalista tomando lo escrito tal como está, sin ninguna
interpretación; pero si, cuidando de no excederse en hacerlo. Como ejemplo
pusimos la hipérbole del pasaje de “es más fácil que pase un camello por el ojo
de una aguja que un rico entre al
cielo”. Muchas de las parábolas fueron explicadas por Jesús, pero no todas, por
lo que es sano tomar las explicaciones del divino Maestro como una guía de
interpretación de La Escritura. He leído la explicación de que las puertas de
la ciudad amurallada se cerraban al atardecer y sólo se tenía acceso por una
puerta pequeña y angosta (ojo de aguja) en donde los mercaderes descargaban su
camello y lo pasaban arrodillado y después su mercadería.
Y si los literalistas dicen que no hay que interpretar,
sólo cumplir como está escrito; como podrían decir que hay que sacarse el ojo
derecho (Mateo 5:29) para no condenarse: “Por
tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno.” ¿Acaso el ojo izquierdo no es igualmente culpable
de miradas pecaminosas que condenan? Pero no es lo mismo cuando se aplica el
sentido espiritual que trasciende al sentido literal.
Y lo mismo ocurre
cuando la interpretación es en sentido alegórica o tipológica como cuando se
hace referencia a que el cruzar el Mar Rojo o el Diluvio son tipología del
bautismo.
Y no sería nada raro escuchar a alguien extremista que
sostiene el concepto de no interpretar
La Palabra, diciendo que el año no tiene 29 de Febrero por culpa de Job:
(3:3)
“Perezca el día en que yo
nací,
Y la noche en que se dijo: Varón es concebido”
Y la noche en que se dijo: Varón es concebido”
Al leer lo que Pablo nos exhorta a hacer: No pensar más
allá, no especular… «no ir más allá de lo que está
escrito», no interpretar MAS de lo que está
escrito, ha sido una bendición en mi vida y para todos los que lo han leído,
reflexionado y cumplido. Más aún, cuando al final, el Apóstol nos dice que
sacando interpretaciones falsas, podemos envanecernos unos contra otros, al
hincharnos de orgullo.
La interpretación más allá de lo que está escrito ha traído
confusión y separación en el cuerpo de Cristo. Los testigos de Jehová –cuando
eran “Los estudiantes de la Biblia” usaban
la Versión Reina Valera; pero al interpretar “más
allá de lo escrito” comenzaron a cambiar las doctrinas y terminaron por
hacer “su biblia” (La Traducción del nuevo Mundo) y aun así han hecho varias
modificación para que la interpretación que han efectuado pueda coincidir con
lo que han escrito.
Los Adventistas del séptimo Día tuvieron que incluir los
escritos Elena White para que coincidiera con lo que predicaban más allá de lo escrito.
La iglesia Romana mantuvo los textos pero las notas al
pie de la lectura “explican católicamente” la interpretación que hicieron mas allá de lo escrito y como no podían cambiar La
Palabra de Dios, para incluir un limbo, un
purgatorio, indulgencias, un papa, cardenales, ascensión de María, bautismo de
infantes; construyeron una herramienta auxiliar
interpretativa con adición de libros, pasajes o versículos en el Antiguo
Testamento, además de libros apócrifos, un catecismo, acuerdos conciliares, encíclicas papales y el “magisterio de la
iglesia” apoyado por mitos, leyendas, cuentos de camino real y tradiciones.
En las iglesias protestantes –que solo son católicas
reformadas- y las evangélicas se ha producido un fraccionamiento por la
interpretación más allá de lo escrito, siendo
que los bautistas no creen en los milagros y lenguas; los legalistas que no se
maquillen las mujeres, que no usen pantalones, que se sienten a un lado los
hombres y al otro las mujeres; los que solo creen en el bautismo en el Nombre de
Jesús; y los peores de todos: los que creen en todo los que les dicen y nunca
estudian La Escritura para comprobar la veracidad de lo predicado.
Recuerda hermano, orar por la iluminación del Espíritu
Santo, estudiar La Biblia y meditar en ella sin ir mas allá de lo que está escrito y las
bendiciones de Jesús vendrán sobre nuestras vidas porque El se regocija con la
revelación que nos da a los que creemos como niños.
Lucas
10:21
Jesús se regocija (Mateo 11.25-27; 13.16-17) “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.”
Jesús se regocija (Mateo 11.25-27; 13.16-17) “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.”
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