Saturday, November 17, 2012


   “DIOS ES PUNTUAL”                                        .                                       
T A L M I D A   Púlpito  Virtual   

 

Salomón nos dice en el Libro de Eclesiastés, Capitulo 3: “Todo tiene su tiempo y todo lo que deseamos bajo el cielo, tiene su hora” dándonos la pauta a que esperemos que todo lo que deseamos, lo que hemos estado pidiendo a Dios, nos llegará en su momento exacto.                            
 No porque nosotros estemos ansiosos se adelantará la hora.                      

Dios sabe de lo  que tenemos necesidad antes de que se lo pidamos; pero también existe una advertencia de Jesús: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas os serán añadidas” .porque no debemos acudir a El buscando los peces y los panes. Hay que buscarlo por lo que es, no  por lo que nos da. En sus manos quizás no podamos ver los panes; pero no debemos olvidar que las llagas que vemos son por su sacrificio en la cruz del Calvario y que los necesitados somos los redimidos.                                                                                 
En la lectura bíblica  encontramos joyas que para algunos pueden ser simples; pero para los cristianos son oro puro por ser verdad; por ejemplo: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo…” (Eclesiastés 3:11)                                                                            
“Es que Dios siempre llega a tiempo”, o  “Dios no llega antes ni después”  ¿Cuántas veces no hemos oído estas frases?  En más de alguna ocasión.                    
 Sabemos que es la verdad pero cuando nos toca esperar, nuestra paciencia es muy corta y parece que nunca recibiremos respuesta. porque olvidamos la Palabra de Dios que nos dice:                           
(Salmos 40:1  Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”                              
Muchas veces parece a la mente humana que ya no hay posibilidad para que realice algo que se espera; pero si hay promesa de Dios, se cumplirá contra toda opinión que sea contraria aunque sea lógica. Jehová prometió a Abraham que le daría un hijo de Sara, aunque Abraham tenía cien años de edad y Sara noventa. Ambos rieron ante la promesa porque siendo el tan viejo y Sara menopáusica les parecía una burla lo que Dios les decía, pero:  ¿Hay para Dios alguna cosa difícil?                                           Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo   (Génesis 18:14)                                                                                   
 Y leyendo un poco más adelante, en Génesis 21:2 “Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.”  ¿Leyó bien, hermano? En el tiempo que Dios les había dicho. No importaba la vejez de Abraham y la esterilidad de Sara. Este milagro lo veremos también en Ana, madre de Samuel; en la mujer de  Manoa,  madre de Sansón y en el Nuevo Testamento en Elisabet, madre de Juan el Bautista. Todas ellas en el tiempo de Dios fueron madres a pesar de que eran estériles.                                                                                                   
 Es el momento oportuno para estudiar en Juan 11, el pasaje famoso de la resurrección de Lázaro, leyendo desde el versículo 1 al 16  Este hombre vivía con sus hermanas Marta y María en Betania, una ciudad cercana a Jerusalén y en casa de ellos  se hospedaba Jesús cuando andaba por la región. Pero un día que Jesús fue informado que su amigo estaba muy enfermo, no salió inmediatamente a su casa; sino que les dijo a sus discípulos que Lázaro dormía. Y contestaron: Si duerme, sanará.  Jesús les aclaró Lázaro está muerto. Jesús regresó a Betania: “Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto”.(ver 21) Marta había escuchado a Jesús cuando enseñaba en su casa y ahora enfrente a El repetía La Palabra que había memorizado pero no se había hecho Rema en su vida y hablaba solo conocimiento sin revelación.  Después vino la otra hermana: María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano”.                    
Las dos mujeres reclamaban a Jesús que había llegado tarde y aun le decían que si hubiese llegado antes su hermano no hubiera muerto. Reconocían la capacidad de sanar enfermos y detener la muerte; pero no conocían su capacidad para resucitar muertos y solo la aplicaban a la resurrección postrera (la que se dará con el arrebatamiento).                                  
 Lo mismo está sucediendo en la actualidad con el rapto de la iglesia. Jesús dijo que volvería otra vez. Los ángeles lo dijeron cuando Jesús fue levantado al cielo (Hechos 1:11)  y la iglesia primitiva predicó la resurrección y la segunda venida con entusiasmo y esperanza. Pablo escribió en  Corintios 16:22 “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene” (Arameo= Maranatha); porque muchos preguntaban que cuando seria al fin la vuelta de Jesus.                                                                       
El apóstol Pedro en  su 2ª Epístola  3:9 nos aclara:  “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”                                                                                                                       Y estas palabras de Pedro son válidas para los predicadores que están diciendo que estaban equivocados cuando predicaban sobre el rapto porque no se va a dar: “Mejor deshagan sus maletas” dijo uno que se hace llamar “Hno. Jonás h.” en Enlace TV Cristiana, en Costa Rica  Usted escoja a quien creerle: a Jesús, los ángeles, Pablo, Pedro  o a Dante Gebel, a ese Jonás, Cash Luna y otros.

 

 

 

 

 

 

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