Tuesday, May 28, 2013

Si hubiera ...


Si hubiera…   El tiempo verbal de la frase es pluscuamperfecto de subjuntivo; algo inexistente, imaginario.                                                                              

S i … es un condicionante. Una condición de algo que no existe porque hubiera o hubiese es algo pudo ser pero que no llegó a ser, una posibilidad no ejecutada.  
Las frases “si yo hubiera” o “si yo hubiese” no son pluscuamperfecto como afirman los eruditos; sino realmente en el tiempo verbal sensual “lamentativo del pasado no presente” y son usadas con una frecuencia increíble. ¿Cuántas veces en un día escuchamos o decimos?:

 “Si hubiera llovido, se hubiese salvado la cosecha”                                            
“Si yo lo hubiera planificado mejor, hubiera obtenido buena ganancia”                                                       
“Si lo hubiese sabido, no hubiera insistido”

Solo estamos expresando lo que deseábamos que sucediera pero que no pasó de ser ilusión y nunca llegó a ser realidad.

 Es nuestro intelecto, nuestro ser interior o nuestra conciencia que nos está mostrando el camino correcto que debimos tomar; pero cuando hacemos uso de nuestro libre albedrio, escogimos el rumbo errado. Copiamos de las Sagradas Escrituras, algunos versículos que nos sirven de ejemplo para este tipo de oraciones de lamento por nuestra falta de discernimiento para optar por lo correcto. Aquí están:                         
Génesis 43:10 pues si no nos hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.”

 Jueces 13:23Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto.”

 1 Samuel 13:13 “Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre”

Salmos 81:13 “!!Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel”

Mateo 23:30 “y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.” 

 Juan 14:2 “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”

 1 Corintios 2:8 “la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.”

1 Corintios 4:7 “Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”

 Gálatas 4:15 “¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.”

1 Tesalonicenses 2:8 “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.”

 Tito 3:5 “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,”                                                                                                                        
Hebreos 4:8 “Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.” 

Hebreos 8:7 ”Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.” 

      Hebreos 9:26 “De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.”                                                                                                                    
2 Pedro 2:21 “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.”

 Aclaramos que no son las únicas que se encuentran en La Palabra de Dios sino que han sido tomadas sin ningún orden preconcebido; pero que alguna forma son un buen ejemplo.

 Pero no podemos dar por concluida esta reflexión sin hacer mención al pasaje entre los versículos 19 al 35 de Evangelio de Juan; que se refieren a la resurrección de Lázaro; leamos y meditemos: “y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.  Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.  Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.  María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.

 Y ahora llega a nosotros el versículo más corto y poderoso de las Sagradas Escrituras: versículo 35 “Jesús lloró.”

 Su humanidad reflejada en toda su extensión; su alma sufriendo por la incredulidad de la gente. Sus amigas, -el circulo intimo de sus relaciones amistosas- le dijeron que “si hubieses venido antes: no habría muerto Lázaro”  y los judíos que las acompañaban también lloraban y Jesús sabía que en sus corazones le recriminaban su tardanza. Fue entonces que se estremeció en espíritu y las lágrimas brotaron en sus ojos. Nadie creía que El era la vida y la resurrección.

38-42  Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. [El Señor esteba permitiendo que el hombre participara del milagro haciendo lo que está en posibilidad de hacer, para encargarse El de lo imposible.] Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, (mostrando Su dependencia del Padre celestial con su mirada en lo alto, oró en acción de gracias) alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.

  El pasaje en Hechos 5: 34-41 también contiene un gran mensaje que debemos extraer y grabar en nuestro corazón. Gamaliel, fariseo, doctor de la ley, levantándose en el Concilio, les hizo una reseña de los levantamientos religiosos que se habían dado en la región y que todos habían fracasado. Les aconsejaba que les dejasen porque si la obra no viene de Dios desaparecerá; pero si es Dios, NADIE la detendrá.                             
Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,  y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.  Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;  mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios. Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.” 

Gamaliel condicionó sus palabras a SI eran de Dios o NO.  

Esa sería la diferencia. Si trataban de detenerla y la obra continuaba y crecía, dirían con toda seguridad en tiempo “lamentativo”: “Si hubiéramos hecho  caso a Gamaliel, no habríamos tenido este problema” 

 Sumamos a la lista de versículos que condicionan la voluntad de Dios los tan conocidos de 2 Crónicas 7:13-14 sobre el pacto que Dios hizo con Salomón:       
Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;  Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

 La promesa de Dios y las bendiciones estaban siendo condicionadas al cumplimiento de los requisitos.

Solo hay dos opciones: Obedecer y recibir la recompensa; o seguir en desobediencia y pagar las consecuencias. (Deuteronomio 28)

 

 

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