Sunday, November 3, 2013

Quien es el ciego?


Reina Valera 1960     Juan 9: 1-41     Jesús sana a un ciego de nacimiento

1- Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.                                   
Inicia el pasaje consignando que Jesús vio a un ciego de nacimiento, ¿Cómo supo que era ciego de nacimiento y no por otra causa? Por su Omnisciencia. EL lo sabe todo.                                                                    
2- Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?                                                                            
→Los discípulos probablemente habían visto pidiendo limosna al hombre y conocían a sus padres pero había una duda en su enseñanza de la teología y por eso preguntaron.                            
3-  Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. 4- Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. 5-  Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.                                                                      
 
 →La respuesta de Jesús anula el concepto que se maneja en muchas iglesia que la enfermedad es causada por el pecado. Además para Jesús la causa no importaba porque de todos modos lo sanaría para cumplir con su ministerio terrenal.              
 6- Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,  
Gloria a Dios!. Sólo el Creador podía repetir el milagro de Génesis cuando con tierra formó al hombre, Este es un prodigio. Le hizo ojos nuevos al ciego con el lodo    
 7-y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.      
→El milagro físico estaba hecho. Ahora vendrían los testimonios de la sanidad.      
8-  Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?                                                      
→ La incredulidad de unos se sumaba al asombro de otros. Así como un alcohólico, una prostituta o cualquier indigente recibe a Jesús como su Salvador y se transforma en otra criatura. Los que lo conocieron antes se preguntan: ¿Será ella? ¿Será  aquel borracho?                                                                                                                                                      9- Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.                                  
 → No podían creer lo que veían. Comenzaban las averiguaciones e interrogatorios.        
10- Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?                                               
→ Curiosidad, interés real, sorpresa. Lo que haya motivado la pregunta no importa, sino que Jesús había glorificado al Padre, haciendo la obra de Dios en el ciego
11-  Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.                         
No sería raro encontrar en ese lugar una capilla católica donde pudieran ir los feligreses para llevar un poco de agua bendita de la fuente de Siloé.                
12- Entonces le dijeron: ¿Dónde está él? El dijo: No sé.                                       
→ Claro está que no conocían a Jesús. El no iba a estar allí esperando que fueran a entrevistarlo y firmar autógrafos.  El dijo: Gloria de los hombres no quiero.                                                                     

Los fariseos interrogan al ciego sanado                                             

13-14; Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos.                                          

→ Los fariseos se ufanaban de guardar La Ley de Moisés por lo que era inconcebible que un judío  estuviese trabajando en un día de reposo.                                            

15-  Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.                                        

→ Les era imposible creer y  volvían a preguntar.                                               

16- Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo.  Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.                                                                             

   Disentían entre ellos. Necesitaban saber si era pecador ya que no podía provenir de Dios; porque no guardaba un ritual como el día de reposo.                                  

17- Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.                                  

→ El ex ciego estaba claro. No podía identificar quien lo había sanado pero les dijo que no era un pecador; creía que venía de Dios  y que era un profeta.                     

18-   Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista,                                   

→ La incredulidad llegó al extremo de que ya no creían que había sanado; sino que no era ciego. Confesaban su ingenuidad porque  todo  el tiempo que este hombre pedía limosna los había engañado.  Enfrentaron a los padres para que confesaran la verdad sobre la ceguera del hijo.                                                                        

19- y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?                                                                

→ No creemos en él; si ciertamente nació ciego; explíquennos  ¿Cómo es que ve ahora?                                                                                                        

20-21; Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo vea ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo.            

→ Nosotros solo podemos declarar que es nuestro hijo y que nació ciego. Pero ignoramos quien le abrió los ojos.  Porque los padres sabían que los judíos tenían acuerdos sobre Jesús, el Mesías de Israel; y no podían arriesgarse a un castigo. El hijo era mayor de edad y responsable de sus actos;, por eso los mandaron a hablar con él.                                                                                      

22- Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado  de la sinagoga.                                                        

→ Si alguien confesaba que Jesús era el Mesías, sufriría la EXCOMUNION,             

23- Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él.  24- Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.                                                                                → Era el momento de aclarar esto con el hombre sanado: Tienes que dar gloria a Dios por tu milagro, no a un hombre pecador.                                                  

25-  Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.                                                                                       

→ ¿Y cómo sabes que El te sanó? No nos has dicho como lo hizo.                           

26- Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?  27- El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?                                 

→ Cansado de tanto interrogatorio, el hombre respondió si querían hacerse discípulos de Jesús, lo que les enfureció mas.                                                   

28-29  Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. 30- Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.                   

→ Vuestra ignorancia no justifica su incredulidad ante un milagro. Vosotros no sabeis de donde es, ni quien es, si es pecador o no. Pero a mí me sanó.                                                                             

31-  Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye                                    
Este versículo aparece destacado porque hoy en día existen congregaciones que enseñan que aun después confesar a Cristo y seguir su camino, somos pecadores. Usan una lógica deformada porque parten de un silogismo falso, lo que da por consecuencia una mentira que parece verdad; por ejemplo dicen en esta congregación: "Si todavía mientes y si mentir es pecado, tú eres un pecador". Argumento parecido al católico: "Si María es la madre de Jesús; y si Jesús es Dios, entonces María es la Madre de Dios". Entonces es verdad que: "Todos los hombres tienen dos brazos. Juan solo tiene un brazo. Luego, Juan no es hombre". O decir: "Dios es amor. El amor es ciego. Andrea Bocelli es ciego. Luego, Andrea Bocelli es Dios".                                                                                                        Pero hicimos una pregunta en esa congregación, que no tuvo respuesta: 'Cuando finaliza el servicio llaman al frente para orar por los hermanos, ¿Para qué lo hacen, si ustedes son pecadores y Dios no oye a los pecadores?'.                                                               
La clave del perdón es el arrepentimiento, no solo la
confesión.
Este versículo dice que oye si uno teme a Dios y obedece a Su Voluntad. Se complementa con 2 Crónicas 7:22 "si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra".                                       

 32-34  Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.  Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.                            
→ Al que no aceptaba sus creencias lo expulsaban de la congregación.                                    Al hombre que había sido ciego lo EXCOMULGARON.

Ceguera...espiritual                                                                                                               35-  Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?     
 → La pregunta de Jesús cuando supo que le habían expulsado, era para que este hiciera un examen en su corazón y pudiera evaluar cuanto conocía de Dios y del Mesías.                   
36-Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?                           
El apóstol Pablo nos dice en Romanos 10: 14-15 "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? , ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!                                                                      
porque el desconocimiento de Dios no es solamente por el rechazo a La Palabra, sino porque no se ha compartido el mensaje de salvación con las personas que tenemos contacto. Ese es el trabajo y la meta de las misiones: Que las personas oigan de Cristo, predicar La Palabra de Dios y hermosear sus pies hermano, al anunciar las buenas nuevas de paz a las naciones.                                                  
37-38; Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.                                 
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.                                                                                                                                       → Jesús dio testimonio de sí mismo y el hombre dijo: Creo, Señor y le adoró.        
Jesús aceptó la adoración porque solo se puede adorar a Dios. Pedro (el primer papa) rechazó la adoración de Cornelio (Hechos 10:25-26)  " Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró.  Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre." y el ángel rechazó la del apóstol Juan en Apocalipsis 22.9  " Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios"                                                                            

39- Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados                                                                       
→Decimos este día a los que habían estado ciegos: Tu que no veías (con los ojos) te encontraste con Jesús y ahora ves con los ojos y el corazón.                           
40- Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ¿Acaso nosotros somos también ciegos?                                                           
→ Era una observación basada en la ignorancia y en la visión terrenal. Claro que ellos presumían de ver, pero eran ciegos a las cosas del Espíritu.                     
41- Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece                                                           
→ El que no puede ver es perdonado porque su voluntad no está en juego. Reza el dicho popular: No hay peor ciego que el que no quiere ver. Es terrible cosa la ceguera selectiva. Los fariseos decían Vemos                                                       
Jesús les dijo: Vuestro pecado permanece.                                      
Concluimos: Titulamos el mensaje ¿Quién es el ciego? y entendimos que el que no tiene conciencia del pecado, porque es ciego, al no tener posibilidad de ver le libra del pecado; siempre que cuando oiga y conozca de Jesús, lo acepte como su Mesías y Salvador.                           
¿Quién es peor? El ciego que no ve o el que teniendo los recursos necesarios y la información sobre el mensaje del evangelio, cierra las ojos para no ver.        
Uno se salvó porque era ciego y conoció a Jesús.                                           
Los otros dicen que ven pero serán ciegos condenados.

No comments:

Post a Comment